Biografía
Chéjov, o Antón Pávlovich Chéjov. Fue un narrador ruso, nacido en Taganrog, en 1860. Fue uno de los más destacados representantes de la escuela realista Rusa, siendo sus obras las más importantes en lo que narrativa se refiere.
Chévoj nació en la cuna de una familia sencilla y por ende, escasos medios, donde su pie de pila, era un modesto mercader Pavel, siendo nieto de un gelba.
Previamente, acabó sus estudios secundarios en su ciudad natal, donde tuvo que estar solo gracias a la que sus familiares se hospedaron en Moscú mientras él se quedaba.
De médico a escritor
Entre los años 1879 y 1984 se dedicó a la medicina, en la universidad de la capital; a pesar de ello, se interesó más en la literatura dejando de la do las ciencias médicas unos años antes, dejando por un tiempo la medicina y dedicándose de lleno en la literatura, luego de ello, su nombre se destacó entre las narraciones humorísticas, colocadas en el libro llamado: Cuentos de varios colores, publicado en 1886.
Chévoj alentado, principalmente por el escritor Grigorovich, como también por el director de Novoe Vremja, Suvorin traducido al español como “el tiempo nuevo”, mantuvo una amistad duradera. A partir de allí fue librado del libro de cuentos cómicos.
El escritor de obras humorísticas y complejas:
En 1888, se creó ya una imagen conocida en todo el país, donde no solo se destacaron sus obras jocosas sino también por otros textos donde se centraba en temas más precisos y complejos, (donde se destacaron los temas mundanos, como la miseria y sobre la existencia humana) obras que se encargaron de desplazar las obras humoristas.
Ese mismo año, apareció “La estepa” un relato de Chevoj, en Severni Vestnik, una revista de la época. El autor se inspiró de un viaje ubicado al sur del país, donde observó que los paisajes que había visto en su infancia, habían desaparecido gracias a los avances de la revolución industrial, de la cual el autor estaba en contra.
En la obra, Chévoj introdujo uno de los elementos más populares de la narrativa: la supeditación del argumento, es decir, donde el autor, desde afuera, diluye en su personaje, la percepción que tiene él del mundo y su entorno, en este caso en, Ego rushka.
Trascendencia:
Por otro lado, otro de los relatos de Chévoj en el periódico, se destaca a partir de 1888 (esto porque el autor, bajó la cantidad de obras, pasando de 100 publicaciones a solo 10 en 188) es Una historia aburrida, ubicada en el estudio de un viejo profesor de medicina( la misma profesión que realizó el Chévoj esporádicamente) dicha obra pertenece a una serie más extensa que realizó el autor, dichas obras adquirieron el nombre de “clínicas”, ya que giraba en torno a personajes enfermos, bien sea físicamente o mentalmente.
Mientras, la vida de Chévoj no se destacó por tener acontecimientos relevantes, a excepción de un viaje que realizó hacia la isla de Sakhalin, donde hizo varias paradas, entre estos, atravesar Siberia de ida, y luego a lo largo de las costas de la India cuando se disponía a regresar. A raíz de esto, el autor dejó constancia del mismo, por medio del libro La isla de Sakhali, realizado en 1891.
Chévoj se inspiraba de los paisajes y de él mismo
Otros aspectos más destacados que influyeron en el entorno de Chévoj fueron sus escritos enfocándose en el lado izquierdo, cosa que le costó su amistad con Suvorin, siendo este último un neto conservador del siglo. Aun así, también conto con el éxito de su drama La gaviota. Esto le mostró a Chévoj, que tenía la capacidad para los escritos dramáticos, aunque no era nada raro de que él tuviese dudas de ello, ya que la misma obra había fracasado en el teatro de San Petersburgo.
También fue reconocido por servir de ayuda en 1892-1893, por causa de la penuria que azotó Rusia, actuando como socorrista sanitario.
Fallecimiento de Chévoj
Luego de esto, estuvo viviendo en Melichovo, en una pequeña propiedad cerca de Moscú, allí se dedicó a completar una cierta parte de sus escritos (narraciones como textos teatrales). En el transcurso de ese tiempo, enfermó de tuberculosis, por esto, tuvo que trasladarse nuevamente. Por razones de cura, se dedicó a viajar constantemente entre Francia y Alemania.