¿Quién fue Antonio Gades?
Es un ícono de la danza a nivel internacional, este español hizo de este arte una expresión de carácter universal, que a pesar de las diferencias de lenguaje, fue capaz de unir al mundo bajo una misma forma de comunicación corporal, a través del baile.
Su indiscutible talento, lo llevo a pertenecer a grandes instituciones de la Danza, a nivel nacional, internacional y mundial, además de aparecer en la pantalla grande por medio de películas dirigidas por Carlos Saure. Este memorable personaje, también se le atribuye la renovación del flamenco a una adaptación más contemporánea.
Fuente | es.wikipedia.org – Estátua de Antonio Gades del escultor José Villa Soberón – Imagen de Acad Ronin
Un español que revolucionó la historia de la Danza
Antonio Esteve Ródenas, mejor conocido como Antonio Gades, nace un 16 de noviembre del año 1936, bajo el seno de una familia muy humilde, pues su madre era una obrera en la industria de calzados y su padre se desempeñaba como albañil y tenía una fuerte creencia comunista justamente esto, lo conlleva a dejar a su familia cuando recién nacía Antonio para servir en la Guerra Civil, dentro del Batallón de Octubre.
Su madre decide dejar la ciudad natal de Antonio, Elda en el distrito de Alicante para ir a Madrid en busca de una mejor estabilidad y por la guerra que se estaba suscitando, por lo que con a penas 11 años, Antonio tiene que trabajar para ayudar en el hogar en hoteles llevando equipaje y como aprendiz en el diario ABC de Madrid.
La ciudad de Madrid el abrió las puertas hacia el mundo de la Danza, pues fue algo que le aficionó desde temprana edad, sin saber que tenía un talento impecable. Con lo que respecta a su vida personal se casó en 5 oportunidades con Marujita Díaz, Pilar San Clemente, Pepa Flores, Daniel Frey y por último con Eugenia Eiriz. A pesar de haber consolidado cinco relaciones sólo tuvo tres hijas, María, Tamara y Celia.
Un periplo artístico universal
Es en la ciudad de Madrid, que inicia la que sería su prestigiosa carrera artística, pues fue descubierto por Pilar López, cuando debutó en el Circo Price. De allí comenzaría su carrera imparable en la danza, pues llegó a posicionarse como bailarín principal y coreógrafo en numerosas compañías. Además, su participación en pequeñas obras de literatura lo llevaron a la pantalla grande con el cineasta Carlos Saura.
Trabajó protagonizando y bailando para importantes figuras como Alfredo Mañas, con Antón Dolin para montar las coreografías para la Ópera de Roma, con Giancarlo Menotti, Vittorio Gassman entre otros. Uno de sus debut más importantes fue en la Scala de Milán finalizando el año de 1962, en su estancia en la nación italiana, participó en varios programas televisivos nacionales y actuó en una película.
De vuelta en España, participó en producciones como “La historia del soldado”, “Los Tarantos” y “La historia de los tarantos”, dónde revolucionó el ballet, llevando a este a un nivel mucho más superior y más apegado a la actualidad del momento. Luego a ello, tuvo participaciones importantes en Nueva York, Millán, París y en su natal España.
En noviembre del año 1970, comienza una gira con toda su compañía de la danza llamada “El ballet de Antonio Gades” con la producción de “El amor brujo”, con la cual recorrió América, Europa, Japón, Marruecos, Irán para finalizar en el Palacio de la Música de Barcelona.
Su última intervención en este mundo de la Danza, fue como coreógrafo de “Fuenteovejuna”, que se debutó en la Ópera de la ciudad de Génova, en el año 1994. Con tanto éxito obtenido hace una gira por Francia, Italia, Japón, Inglaterra, España, Cuba y otros países latinoamericanos.
El adiós de Antonio Gades
El mes de junio del año 2004, recibe la Orden José Martí por parte del presidente de Cuba Fidel Castro, lamentablemente pasaron unos días para que el 20 de julio, falleciera este ilustre de la danza a la edad de 67 años, en la ciudad de Madrid tras luchar valientemente contra un cáncer. Sus restos fueron incinerados y dos días después cumpliendo su voluntad son llevados a la isla de Cuba.
Sus cenizas descansan en el Mausoleo de Cuba, junto a los Héroes de la Independencia Cubana, allí le hicieron una escultura en su honor, decoradas con flores amarillas y rojas, y su diseño es un sinónimo del árbol nacional de la isla cubana.