Biografía
Catalina de Aragón, nacida en Alcalá de hernares, en diciembre de 1485. Esta fue la reina de Inglaterra entre 1509 y 1533, reconocida por ser la primera esposa que tuvo el rey Enrique VIII y madre de María.
Antes de su reinado, era una simple princesa de Gales, debido a que había contraído nupcias con Arturo Tudor, heredero al trono, hijo de Enrique VII y hermano de su segundo esposo.
Los padres de Catalina eran la reina Isabel I de Castilla y el famoso rey Fernando II de Aragón; con tan solo tres años, su vida ya había sido vendida al trato matrimonial con el príncipe y heredero sucesor, Arturo.
El matrimonio entre Catalina y Arturo tuvo lugar en el año 1501, aunque este murió cinco meses después de haber contraigo nupcias. En el año 1507, participó como embajadora en la Corte Española de Inglaterra, momento en el que se convirtió en la primera embajadoramujer que existió en la historia europea.
En 1509, se casó con el que sería su segundo esposo, Enrique VIII, hermano de Arturo, quien recientemente había llegado como sucesor del trono. En 1513, sirvió como regente de Inglaterra durante seis meses exactos; en estos tiempos, Enrique se encontraba estableciendo batallas en Francia.
Enrique se encontraba muy insatisfecho en su matrimonio con Catalina, razón por la que, en 1525, se enamoró perdidamente de Ana Bolena, su eterna amante, dejó a su María I de Inglaterra como la futura heredera del trono; los hechos de no haber logrado un hijo varón y no haber encontrado la compañía perfecta, representaron unas de sus mayores decepciones.
Tras la serie de acontecimientos mencionada, Enrique buscó arduamente una manera de anular su matrimonio con Catalina, estableciendo condiciones que lograron el quebrantamiento de la relación que tenía Inglaterra con la Iglesia Católica.
En el momento en el que Clemente VII se negó rotundamente a la nulidad del matrimonio, Enrique lo desafío y asumió los mandatos de los temas religiosos. De este modo, en el año 1533, el matrimonio resultó ser invalido y el rey logró casarse con Ana Bolena sin referencia del Papa y ante un juicio del clero.
Luego de todo lo sucedido, Catalina se negó a presentarse de manera oficial ante Enrique come el jefe de la Iglesia de Inglaterra, de modo que siguió considerando que ella era la única esposa real del rey, así como la única reina que podía atraer la simpatía popular.
A pesar de todo esto, Enrique solo la consideraba como la princesa viuda. Luego de que la corte la desterrara, pasó el resto de sus días en el castillo de Kimbolton, lugar en el que murió en enero de 1536. Los seguidores y súbditos de Catalina le tenían muchísimo cariño, razón por la que su muerte desenvolvió un periodo largo de luto en el pueblo inglés.
El escritor Juan Luis Vives, publicó un libro muy controversial que se tituló: De Institutione feminae christianae, en él se aseguraba que las féminas tenían derecho a estudiar; esta obra fue encargada y dedicada a la propia Catalina.
Ante semejante creación, el pueblo recordó la hermosa imagen que Catalina dejó en el mundo; por esta razón, Thomas Cromwell comentaba que habría podido alcanzar más cosas si hubiese sido hombre.
Gracias a la apelación que estuvo a favor de la vida de los rebeldes que se involucraron en Evil May Day, la reina Catalina obtuvo un gran triunfo que le permitió seguir abogando por las poblaciones que necesitaban defender a sus familiares. Asimismo, obtuvo la mayor admiración del mundo por los programas sociales que desarrolló en vida.
Catalina fue una reina dedicada al humanismo renacentista y muy amiga de los eruditos Tomás Moro y Erasmo de Rotterdam; ambos personajes la catalogaron como el ser más hermoso que había parido la madre tierra.
No hay duda de que la vida de Catalina de Aragón no fue sencilla, pues se tuvo que enfrentar a muchísimas decepciones y acontecimientos que marcaron su vida por completo. Sin embargo, ella siempre se encargó de nacer entre las cenizas para favorecer a las personas que más lo necesitaban. Por esta razón es que todavía se sigue hablando y escribiendo de ella en cada rincón.