Los grandes músicos no nacen todos los días. Los mejores de ellos pasan a las historia de la humanidad como grandes hombres, de los que emanaron grandes obras de arte que cambiaron por completo el mundo y que fueron determinantes para muchas personas y hechos muy importantes.
La tradición alemana de buenos músicos aun en nuestros días sigue siendo un paradigma. Y es que desde hace siglos los músicos teutones vienen deleitando a al resto del mundo. Johann Sebastian Bach es fiel ejemplo del gran compositor e histórico hombre de las artes acústicas.
Fuente | Elías Gottlob Haussmann¿Quién fue Johann Sebastian Bach?
Johann Sebastian Bach nace en la ciudad de Eisenach en el año 1685. Con una infancia y niñez privilegiada, ya que toda familia, incluyendo padres y otros pertenecía a una famosa y muy reconocida dinastía de grandes músicos que representaban a los bávaros en toda Europa.
La muerte de su padre a la edad de nueve años seria determinante para el joven Bach, pues era el quien se encargaba al cien por ciento de su hijo. A su deceso, su hermano, también dedicado a la música se encargó por completo de su crianza y manutención.
Johann entra a cursar estudios eclesiásticos en un convento. Durante dicho periodo de su vida, estuvo practicando con muchos instrumentos musicales, que ya conocía y con los que ya se había familiarizado debido a los largos periodos de tiempo que pasaba con su hermano mayor y sus instrumentos.
Al salir del convento ya titulado, comienza una muy humilde carrera como compositor, que se ve un poco opacada por la oposición que ciertos estamentos legales y culturales de su ciudad natal no pudo llevar a cabo en un primer término. Sin embargo, no se rendiría y lucharía por hacer valer su arte musical.
Como comienzo, compone muchas piezas para las iglesias locales. Esa clase de exposición hace que sea considerado como un prodigio en la creación de piezas musicales y en la interpretación de las mismas con el órgano. Este sería siempre su órgano predilecto.
La consagración de Johann Bach
La carrera de Bach iba en constante subida. La reputación del músico lo hizo ganarse la admiración de muchas personas influyentes dentro del medio político y social de todas naciones Europeas.
Es por ello que en el año 1717 se traslada a la ciudad de Kothen. Allí ocuparía un gran puesto dentro de la corte del príncipe Leopoldo. En uno de sus periodos más celebres, ocupo el cargo de maestro de capilla, que tenía a su cargo a todos los demás músicos y organización de las ceremonias.
Una vez se hubo establecido en la ciudad, se incorporó a las actividades diarias. Su fama solo iba en aumento, así como su habilidad para generar obras maestras en la música. Produjo gran cantidad de piezas musicales en esta etapa de su vida. Mucho más que en otras etapas.
Bach, visto como ser humano
Johann Sebastian Bach se casó dos veces en toda su vida. Y de dichos matrimonios emergieron veinte hijos, de los cuales muchos seguirían el camino de su padre en la música o en otras artes.
Bach no era una persona muy familiar, más bien era esquivo, mundano y adicto al trabajo. Sin embargo, nunca causo escándalos que comprometieran su fama o buena reputación como compositor oficial de la realeza de la ciudad.
Grandes obras de Bach
Las famosas sonatas para violín marcaron pauta en cuanto a cómo se llevaría la música en un futuro no muy lejano a su época. También, la misa en si menor causo gran revuelo en las poblaciones que presenciaban las misas en Kothen.
Otra de sus obras para a iglesia fueron: la pasión según San Juan, el Oratorio de Navidad, la pasión según San Mateo y las Invenciones y sinfonías. Como era de esperarse, la mayor parte de su revolución musical la hizo trabajando para la iglesia, por lo que su estilo es bastante clásico y recatado.
Muerte y legado de Bach
Johann Sebastian Bach fallece en julio de 1750 a la edad de 65 años, después de una larga y muy beneficiosa carrera en frente de la música de la iglesia. Bach cambio el mundo de la música definitivamente.
En los periodos que siguieron inmediatamente a su muerte, la música por el creada cayó en el olvido. Pero con el auge de los grandes como Mozart, que rememoraron sus éxitos, las piezas de Bach ganaron notoriedad histórica.