Philippe Pétain fue un jefe de estado y general francés que se destacó entre los años 1856 y 1951, aproximadamente ese fue el tiempo que vivió su vida de manera arriesgada y llena de fuerza. Era muy querido en sociedad y todavía siguen siendo recordadas cada una de las hazañas que se atrevió a hacer.

Biografía

Philippe Pétain nació en abril de 1856, en Cauchy-à-la-Tour, Norte-Paso de Calais. Dedicó su vida a la milicia, alcanzando un rango de general y de jefe de estado en Francia. Pétain participó en la Primera Guerra Mundial, esto hizo ganara reconocimiento en el mundo entero como el hombre que venció en Verdún, el puesto de Jefe de Estado Mayor y un gran prestigio en la sociedad francesa.

 

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En el año 1934 fue reconocido como ministro de Guerra; luego participó en España como embajador, el año 1939. En 1940 fue primer ministro y, luego, fue jefe de Estado del régimen de Vichy, en la Francia que era dirigida por la Alemania nazi.

Durante toda su carrera, estableció una política colaboracionista con los alemanes nazis; esto le provocó un acarreo a la degradación y la condena de muerte, dictamen que luego fue cambiado por la cadena perpetua.

 

Transcurso legal

Todo el proceso legal de Philippe Pétain inició en julio de 1945, en la corte suprema de justicia ubicada en Cauchy-à-la-Tour, Norte-Paso de Calais. Su defensor fue Jacques Isorni, quien le aconsejo que declarara el primer día que había sido un aliado secreto del destacado general Charles de Gaulle, y que la responsabilidad caía completa sobre Francia y los franceses que le autorizaron su estadía en el poder, así que no tenía nada que ver con los tribunales.

Bajo las condiciones se dictaron en el juicio, Phillippe Pétain se rehusó a responder cualquier interrogante. Luego de que diversos testigos se presentarán, el proceso tuvo final el 15 de agosto. La declaración arrojó que el general era culpable por haber realizado algunas actividades de inteligencia con el enemigo.

Por su edad avanzada, la pena de muerte fue reemplazada por la cadena perpetua. A pesar de que nadie más ocupó su puesto, Pétain ya había sido expulsado de la academia militar de Francia.

 

Encarcelamiento y defunción

Después de un proceso judicial un poco largo y fastidioso, Pétain fue enviado a una cárcel en los Pineros, en noviembre 1945; luego de un tiempo, lo recluyeron en la Isla de Yeu.

Tras dichos acontecimientos, la esposa de Philippe se mudó con él y fue favorecida con visitas diarias su recluso marido. Con el pasar del tiempo, la salud del mariscal se fue deteriorando; en el año 1951, Pétain ya había perdido prácticamente toda su lucidez. Tras el deterioro de Philippe Pétain, el presidente de la Republica, Vincent Auriol, decidió autorizar su salida de prisión en julio de 1951.

De esta manera, Philippe fue dispuesto a una casa en la Isla de Yeu, en junio del mismo año; días después, murió en la posada de una manera que todavía se desconoce.

Los restos de Pétain fueron sepultados en un cementerio de la Isla de Yeu en el que enterraban a todos los marineros. A pesar de su condena, el mariscal mantuvo su dignidad con Francia, cosa que se reflejó en su acta de muerte.

Su tumba fue adornada y cuidada en el año 1966 y 1976, esto fue en honor a la batalla de Verdúm. Mientras Francois Mitterrand estuvo en el mando, su tumba se apreció adornada por varios años consecutivos, exactamente entre 1984 y 1992, pero todo terminó cuando los judíos comenzaron a protestar en contra.

No era un secreto que, precisamente los judíos, sentían un gran rencor por Pétain, la razones son obvias; el mariscal dedicó su vida a servir de ayuda a los mandatarios nazis de la época, cosa que, como se pudo leer, le trajo graves consecuencias.

Por dichas razones, los judíos protestaron arduamente hasta que lograron que la tumba de Philippe Pétain no tuviera más adornos, pues consideraban que, simplemente, no lo merecía.

Sin importar la clase acontecimientos mencionados, Pétain sigue siendo recordado por las personas que realmente sentían aprecio y estima hacia él. Sin importar los factores en contra, Philippe se consideró un hombre de gran respeto en todas las cosas que se planteó en la vida.