Tuvo un comienzo por dos principales razones: la barbarie de los pueblos germanos que se camuflajearon y lograron entrar en el imperio romano y por el cristianismo como la religión principal. Los romanos lograron demostrar que los contemporáneos estaban al tanto de las situaciones presentes, incluido el cristianismo.
En el cristianismo, el problema del imperio se enfocaba como el principal debate fisiológico y político. La ideología que tenía la población era que la ciudad de roma siempre seria eterna. Luego con el pasar del tiempo, los humanistas querrían investigar en roma para hallar algunos restos de los tiempos antiguos. El gran imperio estaba enfocado en los asuntos políticos y geográficos en el ámbito mediterráneo, esto le otorgó algunos límites de expansión.
El imperio romano se consideraban una gran fuerza política donde estaba inmersa muchas razas y creencias, su punto principal era los asuntos políticos, separadas por fronteras. Lo que unía al pueblo era el provincialismo, pero esto acabo con el gran imperio. En el siglo IV, albergaban unos 50 millones de habitantes en donde estaban repartidos de una manera desigual, porque la población era demasiada y estaba ubicada en la parte este de roma. Debido a esta situación, la población se vio afectadas por múltiples epidemias que azotaron en los siglos II y IV, esto trajo como resultados la falta de mano de obra.
Fuente | Pixabay.comEl poder del imperio romano era sagrado
El imperio tenía un fuerte liderazgo y era muy sagrado y absoluto, donde era asistido por la corte y órganos del gobierno de la época. El poder del senado era muy insignificante, por tanto, el emperador del siglo I, era considerado como el primer ciudadano, en cambio en el siglo III, las fuerzas eran más aliadas.
El imperio romano estaba muy centralizado y estaba dividido por 12 cristianos y unas 120 provincias, en esta última existía un procónsul, que tenía algunos privilegios militares, políticos y de tipo financiero. Estaba organizada por municipio que tenían asociaciones con los civitas y gobernados por magistrados que eran elegidos por las curias.
La sociedad de los romanos estaba dividida en honestiores y humiliones. Los honestiores u honestos, estaban formados por una clase de provincia y por el équites. Estos grupos pasaban a ser herederos en la época republicana, donde estaban integradas por militares y decuriones.
Imperio romano y el imperio bizantino
El imperio bizantino era una devaluación del imperio romano, lo cual no era aceptado, se sabía sobre la crisis pero cada vez perdía fuerza el imperio entre el siglo III y V. las medidas que se tomaron en el occidente no resultaron positivas, en el oriente configuraron un estado que resulto en una gran fuerza autónoma. En el imperio Bizancio hubo un desarrollo bastante artístico que se alargó hasta justiciano.
También en ese momento se arrancó con la proyección bizantina, esto ha tenido vigencias hasta la actualidad por medio de la iglesia ortodoxa. Finalmente se destacó que el imperio bizantino tuvo grandes capacidades civilizadoras debido a su cultura y sus valores. En Bizancio, el pago de impuestos cobraba especie, se elaboraban censos que establecían lo que debía cancelar cada campesino según las condiciones en que se encontraban las tierras.
Las medidas que se tomaron en consideración para la recaudación de impuestos, conllevo al desarrollo de un sistema que era muy dañino, donde el patronato era clave importante, también los eclesiásticos fueron participes en el proceso. Estas medidas en parte trajeron una estabilidad y producción durante el siglo IV, pero también se les presentaron otros problemas en el ámbito tecnológico. Esto ocurrió de esta manera debido a la innovación y por el aumento de la opresión fiscal que obligo a muchas tierras fértiles, a ser más activas.
La economía del viejo imperio romano estaba pasando por graves consecuencias del exceso de mano de obra, esto llevo a un gran escás, donde no contaban con trabajo y por tanto el sistema fiscal tuvo sus fallos. A pesar de eso, no se retrajo la situación y por lo tanto el sistema estaba conformado por hectáreas de cultivos de tierras.
Los ingresos iban en decadencia
Todos los ingresos del estado empezaron a disminuir debido a la reorganización política, la nobleza le encomendó la responsabilidad de recaudar todos aquellos impuestos. Estas medidas tuvieron resultados positivas en el oriente, su economía tenía un fuerte estatus, por su demografía, su gran densidad urbana, por la reactivación del comercio que se extendió hasta china.
El desarrollo de la artesanía siguió obteniendo resultados en el siglo II, referente al campo, los habitantes de las tierras eran los propietarios que se hacía por el reparto igualitario, lo que conllevo mayores ganancias. La nobleza del oriente tuvo un gran papel político donde con el tiempo se fue reduciendo, donde además tuvieron mayores esfuerzos en los compromisos con la administración cuando les tocaba cancelar los impuestos. Esto conllevo que el fenómeno patronato no se pudiera desarrolla de manera satisfactoria como ocurrió en el occidente.
A pesar de que en el oriente se cancelaban todos los impuestos correspondientes, estos se hacían con los excedentes agrarios de todo lo que se producía, esto evito que se produjera una pobreza extrema, y por tanto aseguraban el mantenimiento del ejército, el crecimiento de la población, lo que permitió el aumento de la potencialidad del ejército.
El sistema de los burócratas era muy efectivo, ya que contaba con una administración muy eficaz y con un ejército que tenía las cualidades esenciales, estaban bien formados, que fueron factores determinantes para que ocurriera una estabilización del oriente. De esta manera el oriente superó aquella crisis y en el siglo V, la situación mejoro. Además, había una monarquía bien definida, una burocracia centralizada y un ejército fuerte.
Al imperio del oriente le resulto beneficioso la caída del viejo imperio romano del occidente donde Bizancio ayudo mucho por medio de la desviación del pueblo hacia el occidente. Cuando el imperio callo, la parte del oriente fue el único sucesor de manera legítima, esto le concedió poder moral sobre todas aquellas potencias.