Si eres un estudioso de la historia universal, seguramente conoces de la existencia de una antigua ciudad griega conocida como Esparta. La misma se encontraba ubicada a las orillas del conocido río Eurotas y se hizo famosa por ser una de las ciudades más importantes de la época. Obtuvo relevancia y visibilidad políticas a partir de las invasiones dorias que sometieron a los habitantes de dicho territorio. Además, era una de las principales potencias militares y armamentistas de ese periodo.

Debido al asombroso poder militar que ostentaba, Esparta contribuyó a la causa griega durante el desarrollo de las Guerras Médicas. Posteriormente, se enfrenta Atenas, saliendo victoriosa, pero pagando un muy alto precio. Comienza a perder su poder luego de ciertas derrotas en el campo de batalla, pero se mantuvo independiente por cierto tiempo hasta ser conquistada por Roma. Es allí cuando comienza el largo e imparable declive de la que fue una de las ciudades más poderosas del mundo.

Esparta y el inicio de su hegemonía

Al sur de la ciudad, era posible encontrar numerosos templos con esculturas y demás obras de arte dedicadas al rey Menelau y Helena, su reina. Recordemos que ambos son personales de vital importancia en la mundialmente aclamada Iliada. Lego de las ya mencionadas invasiones dorias, Laconia sufre una disminución dramática en la cantidad de habitantes que poseía. Lo mismo ocurrió con numerosos ciudades de Grecia que también se vieron afectadas por dichas invasiones.

A pesar de la disminución de habitantes, eran muy pocas las tierras para poder satisfacerlos a todos, por lo cual, Esparta respondió con su poderío armamentístico, contrario a lo que hicieron otras ciudades de Grecia. A través de dicho poderío, Esparta se hace con muchas de las tierras vecinas, incluyendo una enorme parte del llano de Laconia. Fueron tantas las ansias de poder y conquista que también se adueñan de la ciudad de Mesenia. Luego haría lo mismo con muchas otras tierras vecinas.

Ya Esparta podía ser considerada como uno de los estados más poderosos de todo el planeta, el cual ejercía su poder político y armamentístico sobre logares como Argos. Adicionalmente, contaba con la ayuda de ciertos aliados de importancia a los que ayudo con sus propios problemas internos, como Elis y Coronto. Intenta apoderarse de Aracadia, pero fracasó rotundamente en el intento. Es este fracaso el que lleva a la poderosa ciudad a optar por lo diplomático en casos difíciles como ese.

Esparta como mera hegemonía militar

Una vez finalizadas las Guerras Médicas, Esparta y Atenas, que tenían una rivalidad legendaria, quedaron sumamente deterioradas. Son embargo, Esparta se alza con el triunfo y es la que logra el control total sobre tierras griegas, pero esta situación tan favorable no duraría eternamente. Varios de los territorios pertenecientes a la hegemonía espartana se revelaron ante el poder de la ciudad y lograron derrotarla. Aunque este fue un golpe sumamente duro para la ciudad, seguía siendo militarmente poderosa.

En vista que las autoridades espartanas solo se enfocaron en el área militar, descuidaron otras actividades que podrían haber sido de mucho provecho para la economía de la ciudad. Por ejemplo, las tierras eran ideales para el cultivo de muchas plantas, pero no fueron aprovechadas de forma adecuada. Era tanto el empeño de los gobernantes de mantener a Esparta como potencia militarista que solo les importaba que sus habitantes fuesen los mejores soldados existentes y nada más.

Por la misma razón, la inmensa mayoría de los varones formaban parte de la fuerza militar de la ciudad porque era lo único que sabían hacer. Eran reclutados por el gobierno espartano con el firma propósito de idear nuevas tácticas militares y la mejora de las estrategias armamentistas. El entrenamiento y disciplina que requerían ser un soldado espartano eran simplemente alucinantes. Ningún soldado alrededor del mundo poseía la preparación y la destreza de un espartano.

Esparta como hegemonía política

El encargado de redactar la constitución de la ciudad fue un famoso legislador conocido como Licurgo. El mismo era considerado una especie de Dios y era objeto de adoración por parte de los gobernantes del momento. Aunque se afirma que Licurgo redactó la constitución con la ayuda de un poderoso oráculo que le indicaba qué colocar, no hay ninguna prueba que respalde dicha afirmación. De hecho, muchos piensan que dicha constitución solo fue diseñada para el beneficio personal de los gobernantes de turno.

En vista que los gobernantes necesitaban garantizar su permanencia en el poder, idearon un sistema político basado en la igualdad conocido como eunomia. El mismo fue diseñado con el firme propósito de aminorar el descontento de la población ante los privilegios de la clase gobernante y las necesidades del pueblo. Se buscaba una cierta eliminación de dichos privilegios y forzar una igualdad que mantuviese a la población calmada y evitar cualquier posible estallido social.

La eunomia requería ciertos sacrificios por parte de todas las clases sociales de la ciudad. Tanto los aristócratas como los monarcas debieron hacer grandes sacrificios y poner de su parte para cumplir con la legislación acordada y evitar manifestaciones futuras. Eunomia era el nombre que se le daba a la diosa de las leyes y se dice que era hija de Zeus y Temis. En Roma,Eunomia era traducido como Disciplina, una concepción muy parecida a la espartana.

Estructura gubernamental espartana

Según lo acordado por las autoridades legislativas, el gobierno se dividía en los siguientes entes: monarcas, senado, asamblea yéforos. Los reyes son considerados como las máximas autoridades del gobierno. Dichos reyes pertenecían a dos dinastías  que, presuntamente, descendían de Hércules. Aunque gozaban de una cantidad innumerable de privilegios, no tenían ningún poder en lo práctico. Simplemente garantizaba el balance entre las diversas autoridades que sí tenían el poder de ejecutar decisiones.

En el caso del senado, sus 28 miembros pertenecían a poderosas y honorables núcleos familiares de la ciudad. Una vez que eran electos por la asamblea, no podían ser removidos bajo ninguna circunstancia. Eran los encargados deelaborar la legislación y le restó a los reyes muchas de sus competencias.

En el caso de la asamblea, sus integrantes eran los encargados de nombrar a los miembros del senado y debían aprobar, o no, las leyes elaboradas por estos. Finalmente, los éforos también eran asignados por la asamblea y tenían como finalidad el mantenimiento del orden político actual.