El Imperio Bizantino fue conocido también bajo otros nombres. Estos diferentes nombres se le dieron para conocer a la ciudad más relevante del largo y ancho oriente, a proximidad de nosotros, los cuales fueron: Bizancio, Constantinopla y Estambul.
Este era un imperio que, con capacidades propias, fue adoptando diversas naciones, que actualmente están divididas. Además de ello, logró que muchas religiones que se tenían rencor convivieran en paz y armonía, juntando culturas que sobrepasaban fronteras y límites. ¡Los alcances del imperio bizantino fueron asombrosos!
Este imperio se afianzó durante el tiempo, dado que supo cómo mantener su propio régimen y que, desde que nació hasta su caída, y aun en la actualidad, sigue siendo una fuente de inspiración para mitos y anécdotas recreadas para aquellos más apasionados por lo más fantástico.
Por ello te invitamos a conocer lo que fue el imperio bizantino, una historia que promete atrapar y es un poco compleja pero fascinante. Aquí te la resumiremos de la mejor manera.
El origen del imperio bizantino y sus comienzos
Todo comienza con los dictámenes del emperador que tenía por nombre Teodosio, este estaba precavido de lo complejo y lo que le costaría establecer una seguridad optima a todo el imperio bizantino, y fue hasta el año 395 d.C. que toma las riendas y decide, subdividir esta “nación” en dos partes que para la época han de considerarse iguales:
- Oriental
- Occidental
Un dato curioso de este periodo es que, en el “El Imperio Romano de Oriente” le fue adjudicado, para cuando la época era su hijo reconocido, dándoselo a motivo de regalo y prosperidad.
Mientras que, en el imperio, que fue fundado en la división occidental, no fue capaz de atacar y aguantar los ataques de los germanos, dejando de existir, casi quinientos años después de cristo.
Luchando contra la adversidad se mantuvo presente hasta finales del siglo XV, mientras que se formulaba un ejército que haría la realidad de ver la deserción de Constantinopla.
¿Origen e historia del nombre del imperio bizantino?
El término “Imperio Bizantino” es algo que nunca nadie quisó utilizar durante los miles de años que permaneció en existencia. Los pobladores del lugar escogieron por capricho llamarse a sí mismos “romanos”, empleando para ello el término griego: romioi, lo que para ellos equivale a griegos cristianos con ciudadanía romana.
Por lo mismo, el nombre del Estado fue simplemente Imperio Romano (Basilea romanion), a pesar de ser llamado Imperio Griego, por el resto de las naciones occidentales, ya que estos presentaban una fuerte inclinación por los griegos, hasta que adoptaron como idioma el de ellos, para terminar de dejar claro cuáles eran las preferencias del imperio.
Se le dio el significado al nombre solo para el siglo XVI, cuando Wolf Hieronymus afirma y afianza el concepto de la población, la cual vivió para esas épocas, y se haría popular mucho después, en el siglo XVIII, gracias a diversos autores de origen francés como por ejemplo Montesquieu.
Estimación de la población que conformó el imperio
Es casi imposible dar cálculos exactos de la población que poseía el imperio, ya que la misma era variada y, en su época, de la más importante y gloriosa, alcanzando las siguientes cifras.
- 000.000 de habitantes.
- Con densidad, era un promedio de 13,6 habitantes por kilómetro cuadrado.
Aunque hay datos y hechos que pueden ayudarnos a tomar la hipótesis que, en los siglos posteriores, la población disminuyera a 18.000.000 (siglo XI) y 3.000.000 (siglo XIII). Esto se cree que fue por motivo de guerras y enfermedades, además del descenso en la propiedad territorial por parte del imperio.
¿Qué era el Imperio Bizantino?
El Imperio Bizantino fue una compleja de mezcla de diferentes culturas junto a sus pueblos, que, en un tiempo promedio a los 10.000 años, durante su desarrollo hizo y unió a su gente. Dando como resultado lo siguiente:
- Obtuvo la mezcla entre la cultura griega y la romana.
- Consiguió que convivieran que se reunieran las religiones como por ejemplo la iglesia cristiana con otras creencias de la época.
- Mezcló y difundió las costumbres occidentales con las ideologías orientales para formar una bola de nieve cada vez más grande de transformaciones.
Con esta estrategia consiguió una riqueza cultural fascinante para muchos, ya que poseía un estándar en todos los sentidos, ya que ellos trataban de recoger de cada cultura lo que podía ser bueno para una sociedad tan diversa.
¿Qué idioma se hablaba en el imperio?
En el imperio bizantino, a pesar de la mezcla de cultura, solo basaron su comunicación en un solo idioma. Tomaron el que se le hiciera más fácil de manera que fuera sencillo para los habitantes de este imperio el proceso de comunicar.
En este imperio, el idioma que se hablaba a lo largo y ancho de sus construcciones era el griego, aún cuando sus habitantes se creían unos comunes romanos, porque a pesar de la situación, no dejaban de ser descendientes directos de los Emperadores de Roma.
La economía del imperio
Partiendo de que para el resto de las demás agrupaciones de la población en la Edad Media, se puede decier que la principal actividad económica era la agricultura. Esta era precedida por los latifundios, en manos de la nobleza y el clero. Estos se encargaban de la cultivación de los cereales, frutos, las hortalizas y demás vegetales.
La ubicación del imperio
Principalmente, y a sus inicios, los territorios del Imperio Bizantino estaban delimitados a lo que hoy conocemos como:
- Grecia
- Egipto
- Turquía
- Rumanía
- los Balcanes
- Libia
- Egipto
- Siria
- Palestina
- Mesopotamia (Irak)
Las cuales correspondían al territorio romano de la parte occidental. Aunque, bajo el mandato y reinado del emperador en presencia para la época, este imperio llegaría sus máximas fronteras, alcanzando territorios actuales de Italia, el sur de España y todo aquello que hoy conforma el litoral del África mediterránea.
También, estas fronteras fueron, insurgentes y turgentes e inestables, y hacia la época de su caída en el siglo XIII, bajo la invasión del Imperio Otomano, los territorios del Imperio Bizantino comprendían lo que hoy se conoce como Grecia y Turquía.