Desde la antigüedad hasta hoy en día, la economía de una sociedad se basa en el pago de sus tributos, lo que permite cubrir el gasto público y a invertir en la consolidación de productos y servicios destinado a cubrir las necesidades de dicha sociedad. Estos tributos son designados por el Estado.
Entre los tributos que se aplican en cada sociedad sobre la faz de la tierra, están los impuestos. Estos no son más que la clase de tributo que se conceptualiza sin ninguna referencia al servicio que se presta o a ninguna actividad que sea desarrollada por el ente encargado de administrar los bienes públicos.
Estos no requieren que se devuelva el bien prestado o una actividad de semejante valor. También podríamos decir que los impuestos son aquellos tributos donde no existe una relación directa con la ejecución de un servicio u obra pública.
Los impuestos son determinados por la capacidad que se tiene de cancelar el gravamen, de acuerdo a la actividad económica que desarrolla el contribuyente. Son determinantes ya que por medio de sus porcentajes se da la totalidad de la recaudación general del país. Estos tributos son establecidos por el Estado y su cancelación es de orden obligatoria.
Entre los impuestos que se establecen en la Administración Pública de un país o sociedad, existen los llamados Impuestos Especiales.
¿Qué son Impuestos Especiales?
Imagen cortesía de pixabay.esLos impuestos especiales no son más que aquellos tributos de naturaleza indirecta que son aplicables al gasto de algunos bienes o algún servicio. Son presentados de manera lineal, no guardan relación con la renta que está disponible.
Estos tributos se aplican específicamente a un grupo de bienes y servicios que por el tipo o efectos que ofrece, son determinados por el Estado o el ente de la Administración Pública, a los cuales se les aplica un tipo de impuesto singular.
Los impuestos especiales, han existido desde la antigüedad. En Roma se establecieron los primeros que se le imputaban a los bienes adquiridos de otros lugares, denominados suntuosos como el vino. Son muy parecidos a los impuestos especiales actuales.
Objetivos de los Impuestos Especiales:
Los objetivos primordiales de los impuestos especiales son:
- Recaudación: Estos impuestos se imponen y recaudan para proveer al Estado de recursos que le ayuden a financiar de manera óptima las actividades de bienes y servicios para satisfacer las necesidades de la población.
- Disuasión: Son los impuestos especiales que se aplican a ciertos bienes que son en parte nocivos para la salud, como las bebidas alcohólicas y el tabaco. Debido a su excesivo impuesto se busca evitar su alto consumo.
- Financiación: Es el tipo de impuesto que se recauda para ser invertido en mejoras en el ámbito tecnológico, como los impuestos al servicio de energía eléctrica.
Características de los Impuestos Especiales:
Un Impuesto Especial debe tener las siguientes características:
- Impuestos Especiales indirectos: Son aquellos que son impuestos de acuerdo a la riqueza que posee una persona, son reiterados por el consumo.
- Reales: Tiene relación con el consumo que se hace del bien o del servicio y no con la persona que lo cancela.
- Objetivos: Se debe cancelar sin importar si el sujeto al que le es impuesto lo puede pagar.
- Instantáneos: Al consumir el bien o el servicio, este impuesto se cancela.
- Monofásicos: Este se cancela en solo un paso del proceso de comercialización.
Cómo se pueden calcular.
Imagen cortesía de pixabay.esLos impuestos especiales están regidos por el Estado. De acuerdo a la Ley de Impuesto sobre la Renta de cada país, definiendo un impuesto a cada hecho imponible calculado dentro de una base imponible. Es impositivo para cada producto.
El porcentaje que pueden tener estos, es de tasa variable, siendo los de servicio eléctrico y el tabaco uno de los más altos. Algunas sociedades pueden determinar el valor del impuesto de acuerdo a sus necesidades.
Por medio de la Hacienda Pública o Administración Pública, se realiza la recaudación de los impuestos de todo tipo, incluyendo por supuesto los de orden especial. Tomando en cuenta el perfil del agente recaudador.
Un ejemplo de esto es el impuesto especial al servicio de energía eléctrica, que a pesar de que todos lo pagamos en el recibo por el servicio, es la compañía que nos suministra el servicio quien se encarga de trasladar ese pago a la Hacienda Pública.
Igualmente, pasas con el Impuesto de Valor Agregado, las empresas de los bienes y servicios son agentes de recaudación y a su vez son las encargadas de trasladar a las Reservas Nacionales dichos impuestos.
En otro orden, en algunos productos la empresa que los elabora asume el pago del impuesto, que lo suma al costo final de dicho producto. Sin importar cuánto es que se paga por el impuesto.
Los impuestos especiales más comunes son los aplicados a: tabaco, alcohol. Servicio eléctrico, a los hidrocarburos, a los servicios de transporte público, entre otros.