La Revolución Inglesa es un periodo en la historia de Reino unido que abarca desde el año 1642 hasta el año 1689, periodo durante el cual se libraron duras batallas.

Con esta serie de eventos trágicos fueron los que tuvieron como finalidad el fin del reinado del rey de Inglaterra Carlos I; durante este periodo también sucedieron los hechos que destituyeron a Jacobo II, siendo una excusa entre la disputa que ocurría entre los bandos religiosos de protestantes contra los católicos.

Revolución inglesa - Batalla de Naseby

Fuente | Dominio Público – Revolución inglesa durante la batalla de Naseby

 

Antecedentes a la Revolución Inglesa.

Es importante señalar que había sucedido antes de que comenzara la revolución, y lo más destacable de este periodo es que en el siglo XVII, en sus inicios falleció la Reina Isabel I, lo cual provocó que la monarquía se viera asumida por la dinastía de Estuardo, seguida próximamente por la dinastía de Jacobo y luego por su hijo Carlos I.

Se puede destacar que todos estos reinados tenían en común una cosa: todos creían mandar por un derecho que les había sido otorgado por Dios (acción que nunca les gustó a los que conformaban el parlamento británico y debido a estas constantes declaraciones se ocasionaron muchos roces entre ellos).

 

Protagonistas de la Revolución Inglesa y qué la causó.

Podría decirse que las personas que fueron los protagonistas de esta revolución fueron Carlos I y Jacobo, pero justo al final de este periodo destacaba una persona, Oliver Cromwell.

Las causas principales que llevaron a un movimiento tan importante como lo fue la revolución inglesa fue que el Rey Carlos hizo caso totalmente omiso a las protestas que hacia el pueblo debido a que él había contraído matrimonio con una mujer católica, más específicamente Enriqueta María, francesa y además católica.

No conforme con esto, el Rey había intentado en numerosas ocasiones imponer a la fuerza la religión católica entre la población, lo cual también contribuyó al malestar general de la población y también con el parlamento, con quien ya tenían una relación más que deficiente.

 

El desarrollo de los hechos.

El carácter que tenía el rey no era de fácil doblegar y hacerlo que cambiara de opinión era aún mucho más difícil, por lo cual nunca desistió entre las cosas que imponía al parlamento y llegado el año 1642 fue cuando estalló completamente el conflicto.

El poder parlamentario fue el primero en rebelarse contra el mandato del rey, y de este surgió una de las figuras que más tuvieron que ver en la revolución, Oliver Cromwell; aunque años antes se había retirado, prestó su ayuda en contra del gobierno del gobierno del rey y de esta manera actuando en conjunto se logró reducir aunque sea un poco el carácter autoritario y absolutista que lo identificaba.

El parlamento consiguió llevar a la prisión al monarca pero éste logró escapar y cuando llegó el año 1648 se desató la guerra de nuevo pero tenían un nuevo aliado esta vez, el ejército escocés. Con la ayuda de Cromwell también lograron vencer a este ejército y Carlos I fue decapito en el año 1649 después de ser sometido a un juicio.

Cromwell después de estas acciones llevo paz al territorio y en especial se enfocaba que todas las zonas estuvieran bajo control, lidiando con los partidarios a la monarquía.

 

Acontecimientos posteriores.

Después de la revolución inglesa, El reino unido paso de nuevo a ser lo que era, una monarquía totalmente parlamentaria, pero Jacobo en su mandato gobernaba de una manera muy represiva, por lo que poco tiempo después de que asumiera el gobierno, Guillermo de Orange logró derrocarlo con un movimiento de rebeldes.

Guillermo de Orange obtuvo el trono en otro acontecimiento histórico que fue denominado la Revolución Gloriosa.