Conocer la biografia de Miguel Hidalgo es descubrir al “padre de la patria mexicana” quien se encargó de promover la democracia y el ideal de la igualdad de derecho para todos. Miguel Hidalgo y Costilla nació en Guanajuato en 1753, falleciendo terriblemente en Chihuahua para el año de 1811, siendo una persona heroica y un ejemplo para los habitantes mexicanos.
Una de las características que más destacaba de este honorable patriota era sus creencias y avanzadas ideas para ese tiempo. Formó parte del grupo minoritario de los feligreses que con su ayuda quería quitar del poder al virrey español, contribuyendo desde la parroquia Dolores.
De ahí provinó el tan conocido “Grito de Dolores”, que aconteció en 1810. Esto fue una consecuencia cuando se hizo público el hecho de que pertenecía a este grupo, a partir de ese emblemático suceso fue nombrado y reconocido como el cabecilla contra las fuerzas coloniales que en aquellos años ejercieron su ley.
El Grito de Dolores en la biografia de Miguel Hidalgo
Para el año de 1808, la revolución española estaba tomando fuerza para ejercer su poder sobre las pequeñas colonias de toda América, liderado más que todo por el mandato del rey Carlos IV y su discípulo y primogénito Fernando VII. Era cuestión de tiempo para que una de esas numerosas cuadrillas llegara a México a imponer la soberanía.
No se podía hablar abiertamente sobre qué hacer para acabar con esta tiranía, así que, en ese mismo año, Miguel Domínguez organizaba pequeñas reuniones con fines literarios o clubes de lectura para despistar a las personas. Aunque lo que en realidad hacían era reunir a varias mentes para buscar solución al asunto, en cuestión estaban involucrados: Juan Aldama (un oficial), Josefa Ortiz de Domínguez (esposa de Miguel Domínguez) e Ignacio Allende (poseía un cargo de terrateniente).
Posteriormente, según la biografía de Miguel Hidalgo, se unió a este grupo cuando Ignacio le ofreció una cordial invitación para el año de 1810. Aprovechando que Napoleón Bonaparte estaba tras las rejas en ese momento, el propósito que buscaban estas personas, era quitarle el poder recién adquirido al Virrey Francisco Venegas.
De esta forma, buscaban ejercer sus opiniones para el gobierno de Nueva España. La independencia, aunque al principio no era su cometido, se convirtió en el punto focal de Hidalgo, cuando observaba que se estaba quedando sin opciones.
Un plan y un fracaso
Gracias a la esposa de Miguel Domínguez, pudieron movilizarse hacia el pueblo de Hidalgo, Dolores, antes de que fueran descubiertos. Ya que querían levantarse en armas y comenzar un estallido social para ahuyentar al virrey español, esto lo tenían planificado para diciembre del 1810.
Pero en vista de los acontecimientos ocurridos en septiembre y que en la cárcel no podría llevarse a cabo el plan, tomaron la penosa decisión de retirarse hasta que las cosas se calmaran y no levantar sospechas.
A este conjurado solo le quedaban dos opciones, quedarse resguardados hasta el momento de que los españoles no le dieran importancia o comenzar el acto de levantarse en armas, particularmente Hidalgo prefirió que se realizara la última.
Levantando a un pueblo
Es por esto que el acto nombrado Grito de Dolores, realizó una reunión de muchos grupos rebeldes, incluyendo presos recién liberados la noche anterior, por Hidalgo y su cuadrilla. Con el perfecto engaño de una misa común y corriente, comenzó el levantamiento contra los españoles.
Lo que inicio como una simple llamada de atención se convirtió en un suceso extraordinario, el primer revuelo de la América española. En donde no solamente habitantes mexicanos ejercían su derecho a una vida más prospera y justa, sino que ancianos, campesinos, esclavos e indios los apoyaron de manera legal para también beneficiarse.
Siendo los españoles los que tenían poder de las siembras y a qué precio vender los cultivos, la situación precaria tenía al borde a los ciudadanos. Hemos podido ver en la biografía de Miguel Hidalgo que esta acción fue el empujón necesario, la mecha que hacía falta para encender la pasión de los habitantes hacia una mejor vida.
Un alma piadosa
Las tropas que lideraba Hidalgo no habían sido instruidas en cómo usar armas ni mucho menos a librar una batalla de esta magnitud, simplemente tomaron las armas con la esperanza de salir del suplicio español.
Por la cantidad de personas fallecidas y heridas que el cura Hidalgo veía a su paso, quería desistir de todo esto; pero lo que había empezado tenía que seguir su curso, a pesar de la sangre que estaba siendo derramada tanto de habitantes como de españoles.
Hidalgo tampoco tenía experiencia en cómo guiar a un grupo tan grande por si solo, es por esto que recurrió a la voz de Ignacio Allende para llegar al centro de todo, la capital. Hidalgo era constantemente perseguido por sus dudas porque sabía que esa batalla era arriesgarse demasiado, así que desistió, ordenando la retirada de sus tropas.
En vez de usar la fuerza bruta, decidió firmar actas para ordenar que la esclavitud se eliminara junto con la opresión ejercida por la corona, así como los tributos que tenían que pagar de manera obligatoria. Pero estos eran unos simples barcos de papel arrojados a la deriva en un océano embravecido, sin la asistencia de las armas y de un buen soporte físico, trayendo consigo calamidades tras calamidades.
Estando contra la espada y la pared, totalmente desesperado, recurrió a Estados Unidos para ver si podían contar con su apoyo, lo cual terminó en absurdo intento, puesto que fue traicionado horriblemente por Ignacio Elizondo, dando como consecuencia la expulsión de su sacerdocio y la sentencia a muerte.
Sus cabezas decapitadas fueron cruelmente exhibidas por años frente a todo el pueblo de Guanajuato. Pero su esfuerzo no fue en vano, años después, este ejemplo de brutalidad fue inspiración para que más grupos emprendieran la batalla nuevamente, hasta aquellos que los fusilaron se anexaron, de esta forma el camino hacia la libertad ya tenía nuevos rumbos.
El verdadero padre de la patria
Como se puede constatar en la biografia de Miguel Hidalgo, este hombre fue una persona tan importante para México que un estado lleva su apellido como nombre y la ciudad de Dolores, fue renombrada como Dolores Hidalgo por los alegóricos sucesos que ocurrieron. Aunque no estuvieron ahí para ver su tierra, su querido México, libre, gracias a ello logró que todo eso fuera posible, dejando un inmenso sentimiento de valor y determinación.
Muchas historias han sido contadas a lo largo de los años y muchos otros libros cuentan la vida de este héroe, pero la biografía de miguel hidalgo es la única que nos puede aclarar, ciertamente, la clase de hombre que fue y sigue siendo para su pueblo.