Si eres de otro país, en gran parte del mundo la moneda más importante es el dólar, debido que su valor es mayor al de otras monedas, además que puede ser utilizada en prácticamente todo el planeta, esto hace que muchas personas busquen planes de ahorro por medio de dólares para tener una mayor inversión y que sea una cuota que se recompense de forma inmediata. Cómo se sabe, el dólar siempre sube y baja, esto deriva que pueda convertirse en una gran opción para ganar una mayor cantidad de dinero.

Cabe señalar que en estos casos nunca estamos seguros de que el dólar pueda mantenerse en su venta alta pero también pueda bajar de manera imprevista, todo dependiendo la bolsa de valores cómo se encuentre. Sin embargo, el dólar siempre suele recuperarse de forma inmediata y es que si por ejemplo el dólar se encuentra en 18 pesos la venta, entonces puede bajar a 16 o incluso subir a 19 o mas dependiendo de otros factores como el petroleo.

Esto hace que cuando se decida cambiar en moneda nacional; se obtenga una mayor ganancia de lo que se tiene en la actualidad. Es por eso que muchas personas lo consideran algo muy redituable para los inversionistas.

Como ahorrar con dólares

Pero, en definitiva, ¿De qué va el secreto para ahorrar miles de dólares en un periodo un tanto corto? Esto puede responderse de forma fácil, más de lo que crees.

Hablemos de Luis Rentería, personaje que logró ahorrar más de 30.000 dólares en solo tres años. Dicha cantidad no fue por dejar de salir y tampoco ganó dinero como se acostumbra la gente. La respuesta que él consiguió fue sencillamente gestionar el dinero de una manera súper cuidadosa. Le acredita todo el logro a su herramienta, la hoja de cálculo.

No existe compra con tarjeta, factura pagada o dólar obtenido que no la haya registrado y contabilizado en un presupuesto estructurado en Excel.

“Día a día observo mi presupuesto unas cinco veces, la misma la edito otras cinco veces al día” señaló Luis, informático profesional.

Todo presupuesto, inclusive, posee algunas etiquetas coloridas para poderlas diferencias del resto y posee el balance y meta para el correcto ahorro.

Luis es uno de esos personajes que todo lo planea. Toda decisión tomada en la vida no es al azar, y con buen estudio y planificación, se puede llegar lejos.

“Tuve una infancia pobre” señala Luis con 32 años, él pasó su infancia con su mamá soltera. En el momento que era solo un crío dice que la veía muchas veces sentada en el piso y a su alrededor había muchas cuentas que pagar. “Buscaba la forma de saber sobre las finanzas y de qué manera iba a continuar viviendo en el departamento donde estábamos”.

Fue esa la imagen que permaneció clavada en la memoria y le dio las fuerzas para ser un profesional en las finanzas.

El pensar ahorrar comenzó cuando era niño

“Desde que era adolescente, comprendí lo importante que era el dinero. No esa cuestión de ‘el dinero lo es todo’ sino, que no tener nada sí era a considerar”.

En el momento que Luis ya se comenzó la secundaria, fue un consejero vocacional que acudió a su casa para parlamentar sobre las alternativas en cuanto a un auxilio financiero, pero, esa idea de tener muchas deudas tuvo peso en él.

“Pensé en toda la charla como una simple práctica para que ser un deudor, y eso no se escuchaba para nada bien”, señaló. “Reconocí al instante que no era lo que deseaba”.

De esa manera, buscó otras alternativas y se unió a la Armada con tan solo 19 años. “Deseé servir al país, sin embargo, también entré con la idea de conseguir entrenamiento para trabajo y aptitudes para tener un buen perfil profesional”.

Fue en 2009 que volvió a su casa ubicada en Houston, y, luego de indagar por un buen tiempo la situación del trabajo en dicha ciudad junto al costo de vida y disponibilidad de hogares, lo pensó.

“El plan que tenía era utilizar la experiencia en el trabajo que adquirí y a pesar de que me fui en un mal momento, logré hallar un trabajo”.

Tomó la decisión de vivir con la mamá con el fin de ahorrar dinero, utilizó las ventajas militares para conseguir un título universitario… todo sin deuda.

30.000 dólares ahorrados

Fue en el transcurso de tres años, en el que vivió con su mamá que también trabajó durante tiempo completo. En esa transición de tres años, elaboró un presupuesto y consiguió ahorrar 30.000 dólares.

Después, en 2013 y luego de estudiar mucho los costos, las tasas en relación al interés y el sector de cada hogar, Luis compró su propia casa un año después de haberse graduado. Su casa, de tres habitaciones con dos baños valorada en 136.000 dólares.

A pesar de que utilizó un préstamo para los veteranos, no requirió de una cuota inicial. En realidad, se quedó en un rango de costo en el cual ya podía ir pagando el 20% nada más.

Pese de haber elaborado el presupuesto para ir pagando su propio hogar, en todo sentido la adquisición le dejó un sentir de presión monetaria. “Sí, estaba yéndome bien pero no excelente, tenía claro que podría ir mucho mejor”.

En el primer presupuesto, ya había estado vigilando de cerca toda pauta general en cuanto a finanza, como la norma del 50/20/30 donde señala que la mitad de todo ingreso tendría que cubrir cualquier necesidad básica, el 20% tendría que ir dirigida a los ahorros y al objetivo financiero y un 30% para cualquier gasto en general.

Sin embargo, luego de haber comprado el hogar, mejoró su presupuesto y lo empleó en métodos para la contabilidad que adquirió durante su periodo educacional.

“Tomé la decisión de ir manejando todas las finanzas como si se tratase de un negocio que controla todo flujo de dinero. Esos que no trabajan siguiendo un principio general, sino que buscan todo detalle minuto a minuto”, señaló.

Fue esa, junto a la combinación de prácticas que terminó llevándolo a crear una hoja de cálculo que hoy en día utiliza y monitorea constantemente todo el centavo que se mueve por sus cuentas.

“Fue como la transición de la noche al día”, señaló haciendo alusión a la discrepancia que existía entre los dos presupuestos.

Su nuevo presupuesto le ha estado ayudando a comprender mejor la fluidez de la eficiencia en toda su costumbre de dependencia, esperando que llegué el día que pueda tener lo suficiente para pagar la hipoteca completa.

“Todo esto me ha remontado a mi niñez en la que observé a mi mamá atravesar todo tipo de dificultades”.

Sin duda, todo un ejemplo a tomar en cuenta por si deseas ahorrar el dinero que tanto necesitas.