Lo más básico que necesitan aprender los niños dentro de su desarrollo académico es la apasionante historia de los dinosaurios. Sí, aquellas criaturas intrépidas que poblaron nuestro universo hace millones de años. Pese a que su origen y diversificación a estas alturas de la actualidad continúa siendo un tema de investigación enteramente exhaustivo, pero muy apasionante, el conjunto de científicos estima su aparición entre 231 y 243 millones de años atrás.
Los dinosaurios eran reptiles gigantescos, pertenecientes al superorden de vertebrados saurópsidos. Muchos de ellos lograron evolucionar e incluso adaptarse a los cambios graduales en el tiempo y conformar parte esencial de nuestro ecosistema actual. Si no fuera por los restos fósiles esparcidos a lo largo de distintos continentes, justo ahora no seríamos conscientes de su papel dentro del mundo.
Aún cuando nunca fuimos testigos de sus obras y sus costumbres, los avances tecnológicos nos permiten darnos una idea muy amplia de cómo era en realidad su comportamiento y su aspecto físico, todo gracias a simulaciones, películas, etcétera. Tal como amamos nuestro presente, también hay que saber apreciar con los mismos ojos el pasado que guarda más secretos de los que podríamos imaginar.
Los dinosaurios y la vida antes de ellos: la Era Protozoica
Sí, muchos hablan y hacen conjeturas del mundo y sus transiciones, pero, ¿en realidad sabemos con claridad qué ocurrió antes de la llegada de los dinosaurios? Es conveniente entrar en contexto y saber diferenciar una época de otra, pues, por lo general, en la naturaleza misma, un factor influye automáticamente en el otro. Por esta razón, los dinosaurios han debido llegar tras el cambio de ciertas condiciones monumentales. ¿Y cuáles eran estas condiciones?
La tierra en sus comienzos atravesó un período conocido como la Era Protozoica, en donde todo el planeta estaba compuesto por un mar de lava y repleto de un conjunto de volcanes estimulados por erupciones recurrentes. El vapor de estos últimos terminaba por proporcionar llovizna, siendo capaz de envolver la tierra en capas frías que, más tarde que pronto, pasarían a convertirse en los océanos que hoy en día conocemos.
Durante la Era Protozoica hay que resaltar 4 períodos importantísimos:
Período Arcaico. Ronda entre los 4.600 millones de años, no hay muestras de vida.
Período Precámbrico. Tras 3.800 millones de años, nos adentramos a este período en particular, cuya importancia se centra en el surgimiento de oxígeno dentro de lo que conocemos como atmósfera, lo que provoco las primeras señales de vida.
Período Criogénicos. Distinguible por los niveles glaciales.
Período Ediacárico. Donde ocurre el desarrollo de las primeras células, en compañía de los sistemas de vida pluricelulares.
Aparición de las primeras formas de vida: La Era Paleozoica
Esta época comienza a partir de 524 millones de años atrás, donde ocurren las evoluciones determinantes dentro del mundo. Una vez diferenciados los distintos continentes, comienzan a surgir los animales, aunque se trataban de formas de vida muy primitivas por el momento, ya que eran diminutos invertebrados. Con el tiempo, sin embargo, comenzarían a evolucionar también las especies de vertebrados.
Todo lo que giraba en torno al mar da un giro drástico, haciendo sus propias raíces dentro de la tierra también. Nacen lo que ahora conocemos como helechos o coníferas, siendo las primeras plantas en aparecer y, gracias a su misma función, la tierra se abastece de oxígeno.
Los dinosaurios y su emersión: La era Mesozoica
Los dinosaurios lograron prevalecer dentro de la Tierra cerca de 160 millones de años, una cifra que, al oírla, parece completamente absurda. Si bien el ser humano apareció muchísimo después, uno no imagina cómo en la actualidad ha podido compartir el mismo suelo que ellos.