Los glóbulos rojos y nuestro organismo
Los glóbulos rojos son unos de los elementos principales en la sangre de cualquier ser vivo. Se les conoce también como hematíes. Tienen una forma circular y su color rojo se debe a una proteína llamada hemoglobina. Según el nivel de hemoglobina presente en el organismo, a las personas se les pueden diagnosticar ciertos tipos de enfermedades.
La función de este componente de la sangre, es captar el oxígeno que ingresa a los pulmones. Además llevarlo a todos los órganos del cuerpo humano para su funcionamiento normal. Otra función es llevar los desechos del cuerpo a los riñones y el colon para ser expulsados. El método de expulsión es por la orina o las heces fecales.
El ser humano tiene una media de cuatro millones de glóbulos rojos en su sangre. En consecuencia conforman aproximadamente la mitad de los componentes de la sangre.
Formación de los glóbulos rojos en nuestro cuerpo
Este componente de la sangre, tiene su origen en la médula ósea roja. Los hemocitoblastos es de donde provienen a todos los elementos de la sangre. Éstos se convierten luego en proeritoblasto hasta llegar finalmente a ser un glóbulo rojo. Su tiempo de vida en la sangre es de 120 días aproximadamente. El cuerpo produce dos millones de glóbulos rojos por segundo.
Luego de que los glóbulos rojos se acumulan en el torrente sanguíneo, se resguardan en el bazo y en los huesos del esternón. Circulan conforme los líquidos de la sangre, pues no tienen otro medio para moverse independientemente.
La velocidad con la que se producen los glóbulos rojos depende de las necesidades que tenga el cuerpo humano. Se pueden producir trastornos si hay exceso de glóbulos rojos en el cuerpo. Los riñones liberarán una sustancia llamada eritropoyetina la cual estimula la médula ósea para que produzca más glóbulos rojos. Esto puede ocurrir si la persona sufrió una infección o trastorno en su sistema inmunológico.
Conformación química de los glóbulos rojos
Todos los hematíes están conformados por un 64% de agua, 36% de sustancias secas. De estas un 90% aproximadamente es hemoglobina. Contienen además distintos aminoácidos como la arginina y la usina. Si hay un alto nivel de colesterol, llevarán un porcentaje de esta sustancia en su superficie y pueden presentar manchas amarillas.
También poseen la glucosa o azúcar y algunas sustancias inorgánicas como el cloruro, los sulfatos y el potasio. Existe una porción de hierro en sus componentes y que junto con el oxígeno, dan el color rojo a la sangre. Es necesario mencionar el óxido nítrico. Este componente unido a la hemoglobina causa un agrandamiento de los canales por donde circula la sangre. Mejora así el flujo por el cuerpo humano, llegando a lugares donde anteriormente, le pudo haber costado.
Para producir glóbulos rojos resistentes a enfermedades y agentes peligrosos del exterior, es importante consumir ciertos alimentos. De preferencia se recomienda la ingesta de productos ricos en hierro como la carne magra, moluscos, legumbres y frutos secos. Un adulto promedio debe consumir al día unos 8 mg de hierro y en el caso de las mujeres que se encuentren en proceso de menstruación, la cantidad debe aumentar a 18 mg diarios.
Infusiones a base de diente de león y berro ayudan a la estimulación natural de la médula ósea para producir glóbulos rojos. Son necesarios para el organismo por lo que debe estimularse su producción en niveles deseables. Ingiera con regularidad estos alimentos para poder asegurar tener un cuerpo sano, activo e inmune a elementos externos. Evite la generación de infecciones, enfermedades de cualquier tipo y procure la correcta cicatrización de heridas que puedan ser graves o no para su organismo.