Gracias al desarrollo de la ciencia se han podido descubrir multitudes de medicamentos que ayudan a curarnos de las enfermedades, a su vez que nos permiten eliminar los síntomas que nos pueden causar las mismas. Uno de estos medicamentos es el alopurinol, este tiene como propósito bajar las cantidades de ácido úrico que son producidas por el cuerpo, esto puede prevenir ciertos cálculos renales y la aparición de artritis gotosa.

La reducción del ácido úrico a través del medicamento puede hacerse notar al segundo día de haberse implementado el tratamiento y este puede tener una mayor eficacia cuando el tratamiento se realiza 1 o 2 semanas consecutivas. Este medicamento puede ser conseguido en las farmacias bajo el nombre de Zyloric.

Función de alopurinol.

El ácido úrico que se encuentra de nuestro cuerpo es producido a través de un compuesto orgánico que puede conseguirse en los alimentos llamado purina, estos se encuentran principalmente en los alimentos de origen animal. El cuerpo humano obtiene un 40% de purinas por medio de la alimentación, mientras que el otro 60% es producido por el cuero. Esta luego es transformada por la encima xantina oxidasa.

Gracias al mecanismo de acción del alopurinol las purinas dejan de convertirse en ácido úrico, lo que evita que el torrente sanguíneo se encuentre con altos niveles del mismo, evitando así las enfermedades ya mencionadas. Por ello el principal uso que tiene este medicamento es contrarrestar y reducir los efectos del exceso de ácido úrico en la sangre, lo que evita la gota y los cálculos renales.

A pesar de esto, el alopurinol no es considerado como una opción para el tratamiento de la gota, ya que este solo es usado para la prevención de la misma y no para desaparecerla. Un paciente que sufra con una crisis aguda de gota debe de ser tratado bajo un régimen de medicamentos antiinflamatorios hasta que se desaparezca la enfermedad, de manera que una vez finalizada la misma se pueda administrar el alopurinol como una forma de defensa ante futuros cuadros de gota.

Como administrar el alopurinol.

Este medicamento es presentado en dos variantes, la de 100mg y la de 300mg. Es necesario que el tratamiento se inicie con una dosis de 100mg suministrados de forma diaria, se aumentará el nivel de esta dosis aumentará 100mg cada 2 o 4 semanas, de forma que el valor de ácido úrico en la sangre se encuentre se encuentre por debajo de los 6 mg/dl. Es necesario que intentemos ubicar la cantidad mínima de dosis necesaria para controlar los niveles de ácido úrico.

La dosis máxima recomendada de forma diaria es de 800mg, sin embargo existen pacientes que pueden bajar sus cantidades de ácido úrico con una dosis de 300mg. Es recomendable que cuando la dosis supere los 300mg, sean divididas en 2 tomas diarias.

Efectos secundarios del alopurinol.

Este es un medicamento que ha sido distribuido por alrededor de 40 años, por lo que sus efectos secundarios son bien conocidos por la comunidad científica. Uno de los efectos adversos que puede provocar la ingesta de este medicamento, es el aumento de riesgo existente para padecer la enfermedad de artritis gotosa. En caso de ocurrir esto, se deben de mantener las mismas dosis y suministrar como medida de tratamiento medicamentos antiinflamatorios. Si se requiere un aumento de la dosis, esta solo podrá ser realizada una vez concluyan los síntomas.

Un 5% de pacientes que se medican con alopurinol tienden a padecer reacciones alérgicas a este, la cual se manifiesta a través de erupciones de la piel. En la mayor parte de los casos, se trata de una reacción muy leve y puede ser controlada fácilmente si reducimos la dosis de medicamento suministrada.

A pesar de esto, existen reacciones severas, estas llegan a presentarse en un 1% de la población tratada con el medicamento. En estos casos se pueden originar reacciones alérgicas graves como el síndrome Stevens-Johnson. Por alguna razón, estas reacciones se encuentran en la mayoría de casos en la población asiática. También pueden desarrollarse casos raros como la insuficiencia renal por nefritis crónica.

Contraindicaciones.

Lo primero que hay que tomar en cuenta a la hora de tomar el medicamento es echar un vistazo al historial médico del paciente, si este demuestra reacciones alérgicas leves se puede intentar bajar la dosis del medicamento. Si sigue habiendo reacción alérgica es necesario suspender su uso. Si la primera reacción alérgica es moderada o aumenta en gravedad, el medicamento debe descartarse sin probar una dosis aún menor.

Este medicamento no debe ser administrado a una persona que sufra de una crisis de gota, ya que sufrirá el riesgo de agravar la enfermedad. Sin embargo si se presenta la crisis de gota cuando se administraba el tratamiento, se debe continuar con la dosis hasta que finalice el cuadro.

Este medicamento no debe de usarse en mujeres embarazadas a menos que sea absolutamente necesario.