¿Conoces el famoso mito del alma que camina solitaria llena de pena? Sin duda alguna es uno de los más extendidos por todo Colombia.

Cuenta el mito del alma solitaria en pena que desde tiempos muy antiguos, puede verse una mujer en pena, caminando por las regiones más escondidas de los bosques colombianos. De hecho, este mito cuenta con una gran cantidad de testigos que afirman, con bastante miedo, haberse topado en la oscuridad del bosque con esta mujer.

Una mujer joven colombiana fue secuestrada por un grupo de ladrones y no le proporcionaron alimento ni los productos básicos para poder sobrevivir durante más de 7 días. Aunque finalmente fue liberada por las autoridades, no consiguió volver a ser la misma pese a los cuidados médicos y terminó por enloquecer después del cautiverio.

Pese al interés por la comunidad médica de devolverle la vida que tuvo, la mujer sufrió tanta agonía alejada de su hija y resto de familiares que fue ingresada en un hospital psiquiátrico para tratarse de las secuelas del cautiverio, hasta que escapó no se sabe realmente cómo.

La mujer se llamaba Ana María y dejó una nota en su habitación que decía algo parecido a “me vengaré de mis captores y toda la gente de malas obras que encuentre en mi camino”. Sin embargo, nunca más se supo de ella y todo quedó en una desaparición más, sin conocer multitud de respuestas.

Desde entonces, numerosos reportes por parte de todo tipo de individuos afirman que se han encontrado con una mujer con vestimenta de hospital psiquiátrico que realiza extraños ruidos y les persigue. Algunas de estas personas, dicen haber presenciado como esta mujer de ultratumba está acompañada por extrañas criaturas. Sin embargo, no hay ningún reporte oficial por parte de la policía que así lo indique.

Sus intenciones no están del todo claras, aunque parece que no son amistosas y la única intención de esta mujer es vengarse de la terrible experiencia que sufrió en sus propias carnes. Si te encuentras con ella, lo mejor que puedes hacer es correr lo más rápido que puedas y sobre todo, no mirar atrás.

Pasó el tiempo y personas que habían cometido delitos que se encontraban en los bosques colombianos, eran encontradas con brotes de locura en los que afirmaban que un espíritu los perseguía. Prácticamente nadie daba crédito a las palabras de aquellas malas personas buscadas por las autoridades policiales, a excepción de un grupo de parapsicólogos que decidió investigar el asunto.

Aunque en la actualidad, pocas personas se atreven a hablar este asunto por el miedo a las posibles represalias de la que es conocida en Colombia como el alma solitaria en pena, lo cierto es que existen infinidad de testimonios de gentes que dicen habérsela encontrado en las partes más profundas de los bosques colombianos. De hecho, uno de los encuentros afirma que se encontraban dos personas, una de buen corazón y otra que no, y que misteriosamente, la segunda fue capturada por este espíritu del alma en pena y por sus actos, enloqueció.