El helicobacter, también conocido como h. pylori, son bacterias que afectan el estómago. Su forma de espiral y la forma en que se mueven hacen que puedan romperse a través del estómago. Luego, las bacterias producen material que neutraliza los ácidos del estómago y hace más susceptible a las úlceras estomacales. El helicobacter también puede pegarse a las células del estómago y causar inflamación. También pueden causar que el estómago produzca altos niveles de ácido. Según el International Journal of Gastroenterology, estas bacterias son más propensas a aparecer en niños que en adultos y son mucho más frecuentes en los países en desarrollo.
Causas
Los investigadores no están completamente seguros de cómo los niños desarrollan una infección de helicobacter. Se sospecha que pueden ser contagiados a través de una propagación de persona a persona a través de saliva infectada, vómito o heces. La infección generalmente se trasmite a través de los parientes y es más probable que ocurra en condiciones insalubres o atestadas. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), agua infectada, familias con gatos y moscas también podrían transmitir la enfermedad a su hijo. Algunos científicos sospechan que ciertos grupos étnicos pueden ser más susceptibles. En América del Norte, la enfermedad ocurre con mayores frecuencias que en Asia, familias americanas, afroamericanas o hispanas.
Síntomas
La presencia de la bacteria helicobacter no causa ningún síntoma. Cuando presentan síntomas, tu bebé puede vomitar, tener náuseas o dolores de estómago. Puesto que muchas enfermedades pueden causar estos mismos síntomas, el pediatra tendrá que examinar si tu hijo tiene una infección. Sin embargo, el helicobacter puede causar úlceras estomacales que son más fáciles de diagnosticar. Las úlceras causan un ardor, dolor debajo de las costillas y por encima del omblig. El dolor generalmente empeora con el estómago vacío. Si tu niño tiene heces negras gruesas, oscuras o vómitos oscuros, puede tener una úlcera sangrante.
Diagnóstico
Para determinar la presencia del helicobacter, wl pediatra pondrá a prueba su sangre, aliento, heces o tejido. Según la AAP, la mejor manera para probar el helicobacter es a través de muestras de tejido. Para esta prueba, el pediatra calma a tu hijo y luego toma un pequeño tubo con una cámara adherida en su garganta y estómago. Esto le permite al médico ver el revestimiento del estómago y tomar muestras. Aunque los exámenes de sangre son más fáciles y no requieren sedación, los resultados no muestran si la infección está activa. Se requiere pruebas al bebé para que beba una solución que detecta el carbón, un indicador de la infección por helicobacter. Estas pruebas pueden ser difíciles para los niños pequeños y no muestran la gravedad de la infección.
Tratamiento
El pediatra te recetará una combinación de antibióticos porque los antibióticos generalmente no son suficientemente fuertes como para matar las bacterias. Si el médico sospecha de una hemorragia interna, tu hijo será tratado en el hospital. Eliminar el helicobacter puede desarrollar úlceras y puede requerir un tratamiento prolongado, pero estas son enfermedades generalmente curables.
Alivio de los síntomas
El dolor causado por esta infección a menudo es peor con el estómago vacío. Puede ayudar aliviar dolor de estómago, dando a tu hijo comidas más pequeñas con más frecuencia. Tener descanso después de cada comida también puede ayudar. También deberías evitar darle a tu hijo medicamentos como la aspirina, ibuprofeno o antiinflamatorios ya que pueden irritar el estómago y causar sangrado.
Consideraciones Finales
Si no se trata, el helicobacter puede conducir a otras enfermedades digestivas y posiblemente al cáncer de estómago. Sin embargo, la mayoría dolores de la niñez no son causados por helicobacter. Es más probable que tu hijo tenga una indigestión, un virus, o podría ser indicativo de preocupación o nervios. La tasa de incidencia en América del Norte es tan baja que la AAP no recomienda la prueba para esta infección, a menos que tu hijo también tenga una úlcera.