Fuente | Freepik Premium

En un lugar muy lejano en África los ancestro contaban una antigua leyenda, esta hablaba que alrededor de hace millones de años en las tierras lejanas y profundas de áfrica, existía unos monos que se solían pasar muchas horas apreciando la gran luna. Estos monos todos las noches se reunían en conjunto para ver la luna, tanto así que quedaban encantados por la hermosura de la luna. Los monos podían estar horas en ese lugar solo viendo a la luna embebecidos, muchos comentaban que si así era de lejos, entonces de cerca sería más hermosa.

Un día fuera de lo común decidieron todos por conjunto, emprender un viaje hasta la luna para así poder apreciar a la luna de manera más cercana, los monos pensaban y pensaban la manera de poder llegar a la luna. A uno de los monos se les ocurrió en formar una torre de monos, así que comenzaron a treparse un mono encima de otro, lo más fuertes quedaron abajo y los más agiles quedaron encima para trepar con más fuerza, fue tanto que formaron una gran torre de monos.

La torre de monos era muy pero muy alta, la base de los monos tenía mucho peso, las bases de los monos comenzó a fallar, los brazos de los monos se tambaleaban, de repente la torre comenzó a moverse y de repente la gran torre se cayó al suelo, solo un mono que arriba en la cima y ese mono logro agarrarse de la punta de la cola de la luna.

La luna ale ver lo que estaba ocurriendo comenzó a reírse ya que ese suceso le daba mucha risa, pensaba en el monito y se decía “que mono tan simpático y bello tengo colgado de mi cola” el monito estaba en la cola y agitaba sus brazos para llamar la atención de la luna. La luna decidió ayudar al mono ponerse de pie y además le regalo un lindo y pequeño tambor para que lo tocase. El mono saltaba de la alegría, en la tierra donde vivía el mono no existía los tambores, la luna comenzó a enseñarle al mono tocar el tambor, ella quería que el monito fuera un excelente músico.

Después del tiempo con la luna, llego el momento de regresa a su casa, así que la luna se despidió del monito con amor y ternura, colgó una cuerda muy larga para ayudar al mono a bajar a la tierra, la luna le dio una instrucción que mientras bajaba la cuerda no debía tocar el tambor hasta llegar a la tierra, si desobedecía cortaría la cuerda.

El mono miro la luna y le prometió que así seria, que no tocaría el tambor mientras bajaba la cuerda. Comenzó a bajar la cuerda el monito no paraba de tener en su mente las melodías de cada una de las partituras del tambor, sentía la música como corría en su manos, pero recordaba la promesa, en un instante no soporto y la tentación lo venció, el monito comenzó a resonar el tambor con los sonidos que le había enseñado la luna.

La luna se enojó mucho y decidió cortar la cuerda en donde bajaba el mono, de repente el mono comenzó a caer rápidamente y paso las nubes hasta un arco iris, tanto así que cayó en picada en la tierra.

El mono prometió que así sería, pero durante el trayecto de bajada no pudo resistir la tentación y, a mitad de camino, comenzó a golpear su tambor. El sonido  resonó en el espacio y llegó a oídos de la Luna, que muy enojada, cortó la cuerda. El mono atravesó las nubes y el arco iris a toda velocidad, cayendo en picado sobre la tierra. Al caer en tierra se golpeó, otros monos le ayudaron a recuperar y el monito enseño a otros a tocar el tambor, gracias a esta leyenda se cuenta que se conoció el tambor en áfrica.