La leyenda de los peces Koi, es en gran manera la más inspiradora, es una hermosa leyenda que hasta ahora, le da sentido a todos los esfuerzos que los corazones valientes ha llevado a lo largo de los siglos.

Hace muchos años, una escuela de peces Koi estaban nadando a lo largo de todo el Río amarillo, a través del agua se podían vérselos brillando y hermosos colores que identificaba de manera única a cada uno de los peces Koi, que brillaban a la luz del Sol, daban la ilusión de ser joyas vivientes nadando por el Río amarillo.

Todo estaba yendo maravilloso, hasta que el grupo de peces Koi, se toparon con una enorme cascada, la cual no les permitía continuar su camino. Muchos de los peces Koi se asustaron ante la majestuosidad de la cascada, ya que pensaron que no iban a poder continuar su camino hasta su destino, que no podrían fluir contra la corriente sin arriesgar, cada una de sus hermosas escamas, en el momento en que comenzaran a subir la gran montaña.

Unos trescientos sesenta Peces Koi, se quedaron asumiendo el reto que se les estaba presentando,  mientras que los demás compañeros retrocedieron. Con un deseo enorme de enfrentarse a esta magnífica cascada y conocer lo que podían encontrar al final de la cima. Comenzaron a saltar con todas sus fuerzas, cada uno de los peces se esforzaron por llegar a su meta, al final de la cumbre de esa cascada. Saltaron una y otra, y otra vez, golpeando sus cuerpos contra el agua helada en cada salto que daban.

Todo este ajetreo en el Río, llamo la atención y despertó de curiosidad de los demonios que habitaban en los alrededores del Río, los cuales comenzaron a reírse de los intentos de los peces Koi, se reían de los esfuerzos que estos hacían por llegar a la cima de cascada. Pero sin importarles las burlas de los demonios, el gran valor de los peces Koi no dejo que estos flaquearan y continuaron. Los demonios, usando su magia hicieron de esta cascada más alta, pero los peces Koi no se detuvieron.

Sin detenerse, los peces Koi fueron perfeccionando su técnica, minuto a minuto. Pasaron años, cien años para ser exactos. Hasta que por fin en un último salto, uno de los más pequeños de los peces Koi logró alcanzar la cima de la Cascada. En ese momento el espíritu de los Cielos sonrió, en una señal de aprobación y como premio al gran esfuerzo que este pequeño realizo, lo transformo, al pequeño pez Koi ya cansado por el esfuerzo, en un Radiante y magnifica Dragón de Oro.

Este dragón, se pasa los días felizmente recolectando las perlas que dan sabiduría, viajando por el cielo eterno. Y desde ese día, cada vez que un Pez koi, valiente y esforzado, se arma de coraje para saltar y llegar a la Cima de la majestuosa cascada del Río Amarillo, y logra llegar a su meta, se convierte de un Dragón celestial.

La gloriosa cascada es conocida hoy día como, La Puerta del Dragón, y en honor a su resistencia y perseverancia, los peces Koi son hoy día, conocidos como un símbolo de superación y realización del propio destino.

Y así como este Pez Koi, logró convertirse en un magnifico y radiante Dragón de oro, que viaja por el vasto cielo infinito, consiguió las fuerzas y las agallas, para llegar a su meta, debemos tomarlo como ejemplo, reconocer nuestra capacidad para forjar nuestro destino. Nuestra recompensa será una Felicidad inigualable, que será dotada prudentemente con mucha sabiduría.