La mano es una de las partes del cuerpo humano más útiles y funcionales que existen. De hecho, gracias a ellas es que podemos realizar infinidad de actividades que son imposibles por otras especies y que nos permiten marcar la diferencia. Pero tras su funcionalidad se esconde también una de las estructuras y conjuntos de huesos más complejos del cuerpo y esa complejidad la que ha hecho difícil que pueda ser replicada a la perfección de forma artificial, por eso, hoy conoceremos sobre los huesos de la mano.

Son muchos los huesos que conforman las manos, se dice que es una de las partes del cuerpo que más piezas individuales tiene por lo que nos centraremos en los huesos más importantes ya sean por su funcionalidad o por el extra de movilidad que le permiten  la mano, así que manos a la obra.

No son huesos son falanges

Uno de los primeros huesos que se pueden reseñar y que son sencillos de ubicar son conocidos cómo falanges y no cómo huesos propiamente dicho. Esta clasificación se da porque predomina el tamaño (largo) del hueso sobre el grosor del mismo, es decir, son huesos cortos. Estos huesos componen el dedo por piezas de a tres menos el pulgar que fue dotado de dos. ¿Quieres identificarlos? Flexiona los dedos y ve cómo tu pulgar sólo puede flexionarse en una parte y tus otros dedos en dos. Allí puedes ver las falanges.

Es fácil identificar la importancia de estos huesos pues son la pieza principal que compone al dedo y que permite sostener los objetos. Las falanges se articulan entre sí para darle dinamismo a la mano y poder adaptarse mejor a los objetos que se desean sostener. Aunque en el pulgar se cuenta con uno menos, la verdad es que no hace falta pues su posición distanciada del resto lo hace perfecto para sujetar con mayos seguridad.

El carpo y sus huesos

Cuando se estudia anatomía se hace referencia a un conjunto de huesos de la mano cómo “carpo”, se suelen nombrar en grupo pues su funcionamiento comúnmente depende de otros, es decir, funcionan cómo un sistema. El carpo es una parte que compone el esqueleto de la mano y que parte de la parte superior de la muñeca. Son ochos los huesos que se pueden identificar en esta zona, distribuidos en dos filas. Las filas a su vez son identificadas con los nombres distal y proximal respectivamente y se componen de esta forma:

Ubicándonos en la hilera distal se pueden identificar los huesos trapecio, hueso ganchoso, hueso grande y trapezoide, todos unidos fuertemente mediante ligamentos y funcionan en conjunto. Por otra parte, la hilera proximal se compone de el escafoides, semilunar, pisiforme y piramidal respectivamente. Todos ellos trabajan en conjunto con las falanges, pero se conectan a estos últimos gracias a otro grupo de huesos, los huesos del metacarpo.

El metacarpo y sus huesos

Así cómo el carpo se compone de ocho piezas, el metacarpo se compone de de cinco huesos metacarpianos, estos huesos se identifican con una numeración que va del primero al quinto según la falange con la que conecte y por ende tienen características ligeramente distintas en cuando longitud y ancho, además, se integran con los huesos del carpo completando así la estructura principal de la mano a nivel del esqueleto.

Cómo puedes ver, los huesos de la mano son bastantes complejos y a su vez fascinantes de estudiar pues es un sistema producto de la naturaleza y aún con la tecnología actual ha sido complicado poder emular todas las posibilidades de movilidad que esta provee.