El planeta Tierra se mantiene en constante movimiento y evolución. La teoría de las placas tectónicas y las constantes deformaciones que ha sufrido el planeta han hecho posible la creación de ambientes fascinantes. La tierra es vasta y generosa. El océano inquietante y misterioso. Hoy podemos disfrutar de grandes formaciones como el Himalaya, los Alpes, los Andes y también del Abismo Challenger. El lugar más profundo del océano.

Este es, en efecto, el punto más profundo que se ha medido en los océanos. Está ubicado en la fosa de las Marianas, en el océano Pacífico. Es un punto medio entre Japón, China, Filipinas, Indonesia y Papúa Nueva Guinea. El espacio terrestre más cercano es la isla Fais. Este abismo le debe su nombre a la expedición realizada en 1875 a bordo del barco de la Marina Real Británica, el HMS Challenger. Cabe destacar que para el 23 de enero de 1960, Don Walsh y Jacques Piccard descendieron por primera vez al abismo.

El Abismo de Challenger

En el océano pacífico, los puntos donde se tienen más profundidad es hacia los lados de Oceanía donde están los grupos de las islas Polinesias, Micronesias y Melanesias. Las Islas Marianas, pertenecientes a los Estados Unidos, son el grupo de islas más alejadas de este punto. La expedición Challenger que comenzó en 1875 culminando en el año 1876. Determinó mediante dos sondeos realizados por separado que el abismo tenía una profundidad de solo 8184 metros de profundidad. Esto indicaba por tanto que era mucho más pequeño que el pico más alto del mundo. El Everest cuya altitud alcanza los 8850 metros.

Uno de los científicos presente en la expedición determinó en un libro llamado Las Profundidades del Océano que la profundidad real era de 9636 metros. No fue sino unos 75 años después, en 1951 cuando un navío de la Armada Real Británica vuelve a explorar la fosa de las marianas (como también se le conoce al Abismo). Esta vez con totalidad recorriendo una parte específica del océano. Y llegando hasta el abismo. El mecanismo usado para realizar la medición fue un sondeo por eco. Muy avanzado para la época y además mucho más seguro. Determinando de manera más precisa que la profundidad del abismo en el océano pacífico era de 10.900 metros.

Nuevas mediciones

Esta parte del océano ha llamado mucho la atención. Sobre todo por lo profunda e inexplorada de la zona. Resulta toda una osadía sumergirse en aguas tan profundas. Sobre todo sin el equipo adecuado, lo significaría la muerte. El equipo requerido debe ser de avanzada tecnología y resistente.

No fue sino hasta 9 años más tarde, en 1960 cuando un barco de la Armada de los Estados Unidos de América hizo un descenso hasta el lecho marino para comprobar las mediciones arrojando un resultado similar. En 1984 del mismo modo, científicos japoneses hacen lo propio pero esta vez el estudio fue hecho con sonar determinando que el fondo del océano estaba a 10.923 metros.

Con el pasar de los años, nuevas mediciones entorno a este punto del océano han surgido. Han contrastado a la inicial. Haciendo que muchos crean que el fondo del océano va aumentando cada día. En los mapas, la señal que indica el punto más profundo marca los 11.034 metros lo que hace que las nuevas mediciones en un futuro puedan arrojar números más elevados. Una de las teorías sostiene que esto se debe al calentamiento global. Ya que los casquetes polares se derriten haciendo que el nivel del océano aumente considerablemente. Lo que sí está claro es que el Abismo de Challenger es un lugar oscuro. De temperatura muy fría y con una alta presión, condiciones no aptas para un estudio preciso.