Las praxia ocurren cuando los niños presentan problemas para poder articular adecuadamente los sonidos. Generalmente esto ocurre cuando no pueden realizar movimientos de mayor o menor dificultad. En este caso aplicaría por la mala pronunciación de los fonemas: este puede afectar a muchos niños. Sin embargo, en algunos casos al no ser tratado con un especialista el niño puede tener problemas, a medida que crece, con su lenguaje.
Es importante recordar que aunque el niño no hable correctamente no quiere decir que tiene una praxia. Recuerda que el desarrollo de cada niño es diferente. Sin embargo, si cuenta con una edad escolar y cuenta con dificultad para coordinar movimientos o hablar correctamente, es necesario que los padres acudan a un especialista.
Se debe recordar que la boca es uno de las áreas del cuerpo que realiza diversas actividades. Ya que no solo se utiliza para la articulación de palabras, ya que puede hacer movimientos que permitan soplar o la alimentación.
Además los movimientos que indica que un niño pueda tener una dificultad de realizar una praxia, puede observarse en los movimientos de sus labios, lengua, músculos faciales, mandíbula o en el velo del paladar. Cuando el niño tiene 6 años de edad, cuenta con una mayor agilidad para coordinar la lengua. Sin embargo, esto no es un patrón en todos los niños, ya que existen algunos que adquieren esto antes o después de la edad establecida.
La práctica de las praxias
Los padres pueden ayudar a sus hijos para que tengan una correcta articulación de las palabras. Para esto es importante ejercitar y lograr agilizar diversos órganos que intervengan en las pronunciaciones.
Uno de los ejercicios más comunes para que realice padre e hijo, este es colocarse frente a un espejo. De esta manera, el padre realiza un movimiento al pronunciar una palabra y el niño lo observa y comienza a copiar el movimiento. De forma que puede compararlo para saber en qué se encuentra fallando.
Con este ejercicio los niños pueden observar el progreso que obtiene a medida que adquiere una mayor agilidad, coordinación y fuerza en los músculos. Lo quepermite que pueda coincidir con los puntos de articulación que son importante para su organismo.
El papel de los padres
Como padre es importante que durante los ejercicios, no corrijas el fonema que el niño articule mal. En este caso lo que debes hacer es enseñarle de nuevo la palabra y de esta manera, él pueda conseguir sustituir el fonema mal interpretado por el correcto. Como padre debes siempre tener paciencia, recuerda que los niños aprenden poco a poco.
Además si haces lo contrario, y realiza los ejercicios repitiendo cada fonema que se equivocan. Lo único que lograras es que se centren en corregir el fonema que se encuentra mal articulado. Ya que lo único que pensará el niño es la forma y posición que tiene sus músculos al momento de realizar la pronunciación de las palabras. Esto lo único que logra es crear una tensión en toda el área que se encuentra en juego.
Todos los ejercicios de praxia deben ser de corta duración. Esto permite que el niño presente fatiga muscular y disminuya su motivación; se recomienda realizar prácticas de dos o tres minutos Además de incentivar al niño con pausas y realizar todo como un juego.
Lo que no debe hacer el padre
Nunca se debe realizar prácticas de una o dos horas, tensar los músculos no es lo mejor para resolver la mala pronunciación de los fonemas. Además no se debe castigar al niño con minutos extras por cada palabra que pronuncien mal. Lo único que logrará es que el niño pierda interés.
Todos los ejercicios de praxia, debe realizarse bajo supervisión. De esta manera, se asegura que los niños tengan un avance en los fonemas que les cueste pronunciar.