Coloides es derivada de la palabra de origen griega “Kolas” que significa pegarse; los coloides son sustancias que tienen la capacidad de adherirse a otras de manera fácil. Pueden conseguirse bajo otros nombres, tales como sustancia coloidal, solución coloidal o dispersión coloidal.

Algunos de los ejemplos de coloides se pueden confirmar fácilmente al colocarlos a través de la luz; en cuyo caso se pueden observar a simple vista, las partículas que los conforman, como lo que ocurre al ver el humo.

Fuente | Pixabay – Ejemplo de Coloides – Niebla

 

Definición de coloides

Los coloides son aquellas mezclas de dos o varias sustancias, clasificadas como suspensiones o soluciones que cuentan con la peculiaridad de que sus partículas miden entre 10 y 100 nanómetros. Como se menciono anteriormente, tienen la particularidad de adherirse con gran facilidad, además de ser muy difíciles de separar.

Entre sus particularidades se encuentra el hecho de estar conformadas por partículas de un tamaño muy pequeño, que generalmente son visibles, solamente bajo un microscopio. Sin embargo, algunas de ellas, tienen partículas un poco más grandes que pueden notarse a simple vista si les mira con detenimiento.

Al ser sustancias que se mezclan y unen muy bien, suelen presentar serios inconvenientes al momento de intentar separarlas; por lo que generalmente, ameritan el uso de métodos de coagulación para poder realizar este proceso.

Muchas sustancias pueden ser consideradas coloides, tanto las producidas por el hombre, como aquellas que se encuentran presentes en la naturaleza, basta con echar un simple vistazo alrededor para poder encontrarlas.

Fases de los coloides

Todos los coloides, son el resultado de dos fases que ocurren en las mezclas; las cuales se conocen como fase dispersa y fase dispersante, esta última también se puede conseguir como fase dispersora. A continuación, se detalla un poco más en relación con cada una de ella.

Fase dispersa

Esta es la primera fase y en ella se pueden apreciar la presencia de elementos sólidos en la mezcla, mediante el uso de microscopios. Estas partículas pueden encontrarse actuando de manera independiente o en interacción directa con otras.

Fase dispersora (o dispersante)

En estos casos las partículas coloidales se encuentran en las sustancias. En este caso se pueden presentar ejemplos en los que el uso de microscopio para poder verlas es preciso y en otros, no.

Ambas fases se encuentran presentes en estas sustancias, brindando la capacidad de cambiar por completo su estado físico, dando como resultado, otro tipo de producto final; como por ejemplo, lo que sucede con la leche, al convertirse en queso.

También se puede apreciar en el caso de la gelatina, que en fase dispersa son simples partículas de agua junto a minerales, pero que una vez que está en la fase dispersora se convierte en colágeno, o la tinta que pasa de ser pigmentos sólidos a líquidos en la fase dispersa.

 

Ejemplos de coloides

Las sustancias coloidales se pueden presentar en diversos estados a nivel químico y físico, dependiendo de la fase en la que estén y en algunos casos no es necesario el uso de equipos especializados para poder ver las partículas que lo conforman.

Todos los líquidos que cuenten en su composición con partículas coloides en cualquiera de sus fases, son ejemplos de este tipo de sustancias y pueden adoptar diferentes cualidades. A continuación, se presentan algunos ejemplos:

En la fase dispersante, las sustancias líquidas, mantienen esta cualidad pero al pasar a la fase dispersa, es posible obtener mayonesa o leche. Es decir, presentan un cambio en su estado físico e incluso si se estudian a detenimiento, también se observan cambios a nivel químico.

Los aerosoles son ejemplo perfecto de los coloides, pues dentro del envase, se encuentran en estado gaseoso, pero una vez que entra a la fase dispersa se convierten en líquido, con la capacidad de convertirse en neblina e incluso en nubes.

Se puede considerar como un ejemplo de este concepto, a cualquier sustancia homogénea, cuyo resultado final sea no solamente un aerosol, sino también las espumas, los geles, jabones en espuma, crema batida, entre otros.

Como se había mencionado previamente, los coloides no siempre requieren del uso de un microscopio para poder apreciar las partículas que forman parte de su composición. Ejemplo de esto es cuando se ve a través de un haz de luz y se puede observar el polvo que se encuentra suspendido en el aire.

La naturaleza, brinda ejemplos perfectos de estas sustancias, con la bruma y la neblina, que se encuentran en estado líquido, mientras que están en su fase dispersa, mientras que en la dispersante, se trata de un gas soluble.