La edad de aparición de las pesadillas esta en torno a los dos años, en esta edad en la que todo son nuevos conocimientos diarios en ocasiones surgen las temidas pesadillas nocturnas, que no son otra cosa que un intento del cerebro del niño por asimilar lo que ocurre en su vida cotidiana reflejándose a modo de inseguridad, miedos y preocupaciones.
Las pesadillas son un malestar común que tienen lugar de forma esporádica entre niños, y aunque si bien estas son bastante desagradables no hay que darles mayor importancia siempre que se actúe de la manera adecuada pues se trata de una etapa mas del normal crecimiento de un niño. Ahora bien, si las pesadillas se repiten de una manera constante si será aconsejable visitar a un especialista que averigüe si estamos ante un problema.
Evitar las pesadillas nocturnas
Aunque si bien es cierto que no se puede hacer nada para evitar que el niño sueñe con pesadillas, si se pueden hacer pequeños trucos que ayuden a evitarlas en la mayoría de ocasiones.
Antes de ir a la cama debemos procurar que el niño este calmado, que no se sienta excitado por situaciones cotidianas. También hay que evitar en la medida de lo posible que si el niño se duerme viendo la televisión lo último que vea sean programas de violencia, así como si lo hace mientras escucha un cuento este sea de índole agresiva.
Una vez dormido lo ideal es que se acueste en un ambiente donde exista una luz tenue para que en caso de despertar no se encuentre con un ambiente de oscuridad absoluta, pudiendo causar que se vuelva a dormir con miedos siendo así mas propenso a la pesadilla.
Como actual ante pesadillas nocturas
Si nos percatamos que el niño esta sufriendo una pesadilla lo ideal es despertarlo para evitar que siga con el mal sueño, evitando así prolongar el sufrimiento en el mismo. Aunque a modo general no será necesario ya que inconscientemente su cerebro le hará despertar.
Una vez despierto hay que darle mucho cariño, explicándole que todo fue un mal sueño y que nada de lo que ha visto no fue real. Esto será mucho mas fácil de entender en niños que tengan mas de cinco años, pues ya conocerán bien la diferencia entre lo ocurrido en sueños y la vida real. Es importante que en ese momento no se hable de que ha soñado, pues lo único que haremos sea revivir el momento de miedo pasado, y de este modo haciendo prolongar el miedo.
Diferencia entre pesadillas nocturnas y terrores nocturnos
Aunque en principio pueda parecer que estamos hablando de la misma situación, en realidad se tratan de dos situaciones bien diferenciadas pero con los mismos detonantes. Las principales diferencias entre los terrores nocturnos y las pesadillas son:
- Los terrores nocturnos surgen a las pocas horas de dormirse, este tipo de sueño suelen tener lugar antes de las 3 de la madrugada, que es aproximadamente cuando empieza el sueño profundo (REM).
- El niño se levante llorando, y gritando de forma desconsolada estando medio dormido pero con los ojos abiertos. Es bastante mas difícil despertarlo de lo que sería con una pesadilla.
- A diferencia de las pesadillas donde muy probable recuerde que ha soñado en este tipo de sueño no recordará nada o casi nada de lo que ha ocurrido.
El tratamiento es el mismo que con las pesadillas, dar cariño y hacerle entender que nada de lo vivido ha sido real. Es importante al igual que en las pesadillas tener en cuenta la frecuencia de los mismos, pues si estos son de forma constante será indicado acudir al especialista. Tanto en aquellos sueños que se terminen convirtiendo en pesadillas como en aquellos que terminen siendo terrores nocturnos lo ideal es que una vez tranquilizado el niño no se le proponga dormir con nosotros en la cama pues lo que vamos a conseguir es acrecentar los posibles miedos.