Las rabietas suelen comenzar cuando el niño tiene entre un año y un año y medio. Por desgracia, puede ser una fase que no pasa como quisiéramos y es que puede que aparezca hasta los 4 años. Ningún niño nace con la capacidad de lidiar con el “no” o con varios tipos de frustración con los que todos estamos acostumbrados a tratar.
La primera rabieta es una prueba, a partir de ella, se puede mejorar o empeorar. Es con usted desde el principio: los padres deben enseñar que hay límites. ¿Si usted no enseña, quién lo hará? Los niños necesitan saber que a veces no van a tener o no conseguirán lo que quieren.
Si su hijo tiene una rabieta, muy bien. Significa que es normal. El mal comportamiento sólo es incapaz de ser normal cuando se extiende por un largo tiempo y esto tiene que ver más con los padres que los niños. Sí el niño comienza a hacer berrinche, con 1 año o 1 y medio y los padres hacen buen frente a los ataques, cuando cumpla 2 años de edad habrá desarrollado la capacidad de ver que no puede tener todo el tiempo lo que desee. En otras palabras: se fuerte ahora y sufrirás por menos tiempo.
Los padres no pueden llevar a sus hijos a lugares porque tienen miedo de que no se comporten bien, ello provoca que se queden en casa, lo cual es una situación de gran estrés para el niño. Asegúrese de hacer sus viajes independientemente de las rabietas ello será en definitiva un bien para el niño.
Echa un vistazo a 5 consejos que le ayudarán a lidiar con las rabietas:
- No dar: Sé fuerte. Si el niño se da cuenta de que se debilita, se siente poderoso. Esto no es saludable, cada niño necesita saber que está siendo atendido por alguien que manda más. Y ese alguien es usted.
- No alimente la rabieta: Tratar de calmar al niño en el momento de la rabieta no funciona, porque para ella significa que llamó la atención que quería. Hable cuando la situación se calme. Diga: “Voy a hablar contigo cuando dejar de llorar.”
- La culpa, no: Cuando la rabieta va demasiado lejos, y el niño llora desesperadamente, saber que esto no tiene nada que ver con el sufrimiento. Es la forma en que el niño tiene para manipular y conseguir lo que quiere. Si los padres dan entender que no está sufriendo, es más fácil que aprender a tolerar.
- reciente, más rabieta: Mientras más joven es el niño, mayor es la rabieta que va a hacer. El niño necesita aprender que no es así. Los padres deben explicar que en otro momento se puede comer chocolate, pero antes de la cena, no.
- Deje el espectáculo sin público: Debe retirar al niño de ese medio, incluso si no quiere. Si ella está en un lugar seguro, alejarse. Por lo tanto, pierde el público objetivo.