Un pie posee 12 pulgadas. Esta es una unidad de medida imperial, también denominada una unidad básica de medición de longitud. Hace muchos años fue muy popular, de hecho era la única unidad que se utilizaba, pero en la actualidad ya no es tan usada. Son solo algunos países del mundo los que aún preservan el pie como parte del sistema de medición, especialmente sistemas anglosajones.

En centímetros un pie equivale a 30.48 centímetros exactamente. El origen del nombre es el esperado.

Se asume como una medida que asemeja el tamaño del pie humano, por esa razón  ha dejado de usarse y de ser tan popular, pues algunos expertos aseguran que puede considerarse como una medida inexacta, para convertir un pie en pulgada, solo es necesario multiplicar. Se debe realizar la operación con la cantidad en pies multiplicado por 12 y luego sumar el resto de las pulgadas para obtener un resultado final para hacer la operación a la inversa, es decir convertir pulgadas en pies, se debe dividir.

De esta manera, realizar un ejercicio matemático con el número total de pie entre 12. Adicionalmente hay otra técnica para realizar esta última operación, se puede multiplicar la cantidad por 0.08333 y se obtendrá el mismo resultado siempre, incluso realizar ambas operaciones, una tras otra, es una forma muy factible de verificar la información.

Un poco más de pies y pulgadas

Se dice que el pie como medida fue decretado por Carlomagno, monarca que instauró un imperio en Europa occidental. Lo hizo en relación a la longitud de su propio pie, para que así, las personas del reino pudieran realizar cualquier tipo de medida, establecer distancias y tener claras algunas longitudes, a partir del pie del rey.

La medida era más o menos 32,26 centímetros, pero con el tiempo se redujo a 30,48 centímetros, como se utiliza hasta la actualidad, el pie es especialmente usado en países de habla inglesa para determinar alturas.

La pulgada en cambio, tiene un origen un poco diferente. Primero se debe aclarar que el nombre proviene de pulgar. Originalmente este sistema de medida era equivalente a la primera falange del dedo pulgar de la mano, en otras palabras al hueso pequeño y largo que forma el dedo gordo de la mano. Como era de esperarse, no existía una medida referencial en todos los países del mundo por las diferencias que pudieran existir en el tamaño de los pulgares, alrededor del siglo XIX entró en el mundo el sistema de medición decimal y así la pulgada quedó rezagada.

No obstante, como sucede en el caso de pie, se mantiene en uso en algunos países anglosajones, actualmente una pulgada equivale a 25,4 milímetros. Se le conoce en inglés como inch y al pie, feet.

¿Dónde se usan las pulgadas y los pies?

Con la masificación de la información gracias a factores como internet, redes sociales e incluso televisión por cable, es mucho más sencillo darse cuenta de los lugares o espacios donde se utilizan estos sistemas de medida. Por ejemplo, es común hablar de estatura con combinaciones de pies y pulgadas en deportes estadounidenses e ingleses. Sucede en la NBA, cuando se presentan a los jugadores de basquetbol, no solo se ofrece al público nombre y apellido, también se toma en cuenta su tamaño. Otro de los mercados que aun utilizan estos sistemas de medida.

En este caso, específicamente las pulgadas, es en los televisores. Las pantallas, cada día más grandes y planas, no se venden por número de centímetros o milímetros, se hace a través de pulgadas. Lo mismo sucede con las pantallas de dispositivos móviles o smartphones y por supuesto, con computadoras, tanto de escritorio como laptop.