Cuenta la leyenda que en un pequeño pareje de una isla española habia hace años una joven pareja de enamorados. Ambos con 15 años de edad, acudían diariamente y a escondidas a verse bajo la sombra de un gran arbol no sólo con la intención de no ser vistos, sino también de cubrirse de las altas temperaturas de la zona. La joven pareja había insinuado en contadas ocasiones su interés por la otra peresona en sus respectivas casas, y si bien es cierto que los padres del chico no lo veían con buenos ojos, parecía que cuanto menos respetaban la historia y no impedian trato alguno con la joven, no obstante en el caso contrario la cosa cambiaba.
Los padres de la chica se pusieron totalmente en contra de la relación hasta el punto de querer acudir en búsqueda del chico para de este modo advertirle en persona de su grado de enfado ante ese tipo de amistad mal vista por todos.
En aquella época, las amistades especiales, ya que ni tan si quiera se les podía llamar relación, estaban únicamente limitadas a aquellas personas que ya tenían establecida una fecha de boda y además que comúmente habían sido las familias quienes habían “negociado” dicha relación aunque cada vez más con el visto bueno de los jovenes. No obstante en el caso de esta pareja no sólo ni uno ni otro habían pedido permiso alguno, ni tan si quiera los padres se conocían y lo que era peor, el padre de ella ya tenía a una persona en mente para su hija, un joven futuro estudiante de derecho, con un padre adinerado con un pequeño buffete de abogados que daba servicios en toda la provincia.
Arto de tal desprecio hacia su familia, su persona y en definitiva a toda la tranquilidad que albergaba su familia tras tantos años de planes y buenos propósitos, el padre esperó una tarde al joven en la puerta del colegio y tras seguirle le invitó a reflexionar sobre su relación y sobre lo infeliz que haría a su hija si seguían con esa tontería de su relación, ya que ella tenía un futuro mucho más prometedor con el joven Aitor, futuro abogado. El joven novio no admitió en ningún caso las palabras del padre de su amada y le dijo que la quería, la amaba y que no pensaba dejarla por nadie ni mucho menos para que estubiese con otra persona en el futuro, tras ello se fué corriendo dejando al padre con la palabra en la boca y fué de nuevo a su arbol del amor a la espera de la llegada de su novia.
El padre tras ver como el joven se iba, decidió seguirlo y ocultándose para ver si iba a casa o con su hija, llegó hasta el árbol, el famoso árbol que albergaba todas sus tardes de amor y que había permitido hasta la fecha mantener sus reuniones y citas en el más completo anonimato ya que habían prometido jamás descubrir su escondrijo ante nadie. El padre oculto tras unos arbustos vio como pasados escasos minutos, su hija aparecía por la colina y se lanzaba a los brazos del joven mientras le besaba con deseo y amor. Tras ver esa imagen el padre no aguantó más y huyo enfurecido del lugar hasta su casa.
Se comenta que pasaron días hasta que el padre volvió a ser visto por el pueblo y que apenas ni tan si quiera encendía las luces de su hogar. Su profesión le había hecho muy popular en la zona ya que era un mecánico de reconocido prestigio y que incluso había obtenido dos patentes gracias a sus inventos en este campo, algo que le había permitido obtener acceso a ciertos círculos como el que le permitió conocer a la familia del que deseaba que fuese su próximo nuero. Tras tres días el padre un buen día desapareció de su hogar, la mujer así como su hija lo buscaron y buscaron, en el taller, en el bar que en ocasiones visitaba, incluso en casa de sus familiares más cercanos que residían en los pueblos colindantes, no obstante no apareció.
La joven preocupada habló en el colegio con su amado y quedaron en verse al día siguiente en el árbol del amora para contarle lo ocurrido a lo que el joven aceptó como siempre. Al llegar el día, la joven apareció nuevamente por la colina y descubrió el peor desenlace para su amor, su padre había modificado una de sus patentes y había creado un brazo mecánico que había matado y colgado del árbol a su novio, según cuenta la historia nunca más se vio a la joven y el padre acabó en prisión durante décadas por el terrible acto que había llevado a cabo con el joven novio de su hija.