Peter un joven con una muy buena imagen de sí mismo, vivía con sus padres en un apartamento de las afueras, desde donde acudía con la ayuda de su ciclomotor hasta el instituto. El joven no era especialmente buen estudiante, había repetido en un total de 3 ocasiones a lo largo de su trayectoria académica lo cual le hizo ire quedándose cada vez más lejos de aquellos compañeros que le acompañaban en sus primeras etapas escolares.

No obstante y el punto anterior, Peter era un tipo prepotente y creído que si le preguntaban afirmaba ser poseedor de todo lo que los demás querían, y hasta cierto punto era cierto, tenía una scooter pintada de colores estridentes y atractivos, corría más que la de los demás, tenía un peinado bien engominado, hacía pesas en su casa y tenía un cuerpo trabajo y en definitiva era el perfecto adolescente el cual además tenía cierto éxito entre algunas de sus compañeras de clase.

Un buen día un compañero propuso un concurso en clase, tenían que valorar quien era la persona más admirada de todo el curso, con el fin de que más tarde explicase como había conseguido aquello que tanto atraía a los demás y como no podía ser de otro modo en cuanto el joven Peter escuchó esa demanda de su compañero acudío rápidamente a apoyarla al dar por hecho que sería él, su moto, su peinado, sus dotes para las mujeres, etc., lo que más envidiarían sus compañeros y amigos.

Cuando llegó el día del concurso todos estaban muy tranquilos, nadie tenía aspiración alguna ya que únicamente se trataba de un ejercicio más y que como carácter anecdótico arrojaría un nombre de alguien a quien por alguno o varios motivos los demás consideraban interesante y en cierto modo le envidiaban, finalmente llegó el momento de leer frente a toda la clase el resultado de la encuesta / concurso, el resultado era arroyador, con un 60% de los votos, el ganador había sido Félix, el delegado de la clase.

Peter no se lo podía creer y pensó que era una broma, tras ello exigió saber que era aquello que teóricamente le había llevado a ganar el concurso al más popular, los motivos más comunes fueron: inteligente, simpático, humilde, sabe idiomas y tiene coche, en ese momento Peter lo comprendió todo, se había quedado atrás.

“Lo que para nosotros puede parecer envidiable para los demás puede ser irrelevante o incluso infantil”