Un joven hermoso y llamativo de una familia grande era siempre el centro de atracción. Sus cinco hermanas siempre lo celaban pues él era el menor de la casa. Nunca respetaban su libertad lo seguían a donde él fuera. La sobreprotección de su familia lo frustraba.

Un día decidió salir a la fiesta de unos amigos. El lugar donde residía era una zona rural boscosa en el llano. Así que los cuentos y encantos siempre estaban presentes y buscaban envolver a todo el mundo.

El joven decidió asistir a la fiesta, entre tantos amigos juegos y bebidas no se dio cuenta que se había excedido de la hora. En la puerta de la fiesta se encontraba una de sus hermanas. Lo que lo enfureció totalmente así que decidió irse lejos y no volver. 

Los encantamientos vienen en sueños

Sus hermanas angustiadas veían que su hermano no regresaba. Su madre quien se encontraba de viaje les había encargado cuidar de él. Así que, empezaron a buscar al muchacho por todas partes. El joven se quedó dormido y tuvo un curioso sueño:

Él se encontraba a una joven mujer de la que se enamoraba, lo endulzaba y lo envolvía dirección al río. Cuando la mujer entró a él se convirtió en una tonina (especie de delfín de aguas dulces) y lo llamaba aún más fuerte hacia las profundidades del agua.

El joven despertó y sintió que tenía que ir hasta el río porque había encontrado el amor. Así que partió desde la madrugada hasta llegar al mismo lugar de su sueño en busca de la mujer encantada.

La Madre que parte a salvar a su hijo

La madre, que estaba de viaje, sintió que su hijo estaba en gran peligro. Así que emprendió su viaje y cuando llegó las hermanas lloraban de desesperación y le dijeron a la madre que él se había desapareció. Ella salió decidida a buscar por las cercanías del rio y allí lo encontró: envuelto en el encanto de la tonina.

La tonina estaba con el  joven hermoso y cada vez lo llevaba a lo más profundo. Su madre le gritaba y él no hacía caso parecía inmerso en el canto de la tonina. Un grupo de hombres mataron al animal y así salvaron al joven hermoso. Pero como consecuencia del hechizo él insistía en que debía volver al agua. Cuando amaneció estaba aún hechizado.

Su padre era un chamán: le pidió a su madre mecerlo como un bebé, a su tía le dijo que lo bañara, finalmente le ofreció a la tonina todas sus hijas por semanas para salvar a su hijo y romper el encanto que lo levaría a las profundidades del río.

Así fue como el chamán pagó el sacrificio: llevando a cada una de sus hijas al río de la tonina. Cuando entregó a la última como sacrificio la tonina soltó el hechizo del encantamiento. El joven hermoso se pudo salvar de la muerte, a partir de ahí no volvió a salir solo.