Una de las escapadas más interesantes que puedes hacer un fin de semana, es para visitar Calpe y el Parque natural del Peñón de Ifach, provincia de Alicante.
Todo empieza cuando tu novia y tú decidís ir a pasar el día de vuestro aniversario a Moraira, un pequeño pueblo costero de la provincia de alicante en el que podréis disfrutar bajo el sol del mediterraneo (además de una playa y una cala muy acogedoras) de una pequeña jornada de “turismo light“, perdiéndoos por sus callejuelas, admirando la torre en primera linea de playa (actual oficina de turismo), el puerto con sus yates propiedad de chori… ejem… gente pudiente ? , y las espectaculares vistas desde el mirador de la inmensa torre vigía que se alza sobre el Cap D’Or (el cabo de oro) cuyo objetivo era la continua vigilancia del horizonte marino para alertar sobre posibles incursiones de piratas berberiscos… que acabaron llegando por tierra.
Para los más aventureros (o aquellos a los que les sobra el tiempo) siempre es una buena idea aventurarse hacia la Cova de la Sendra (la espeleología es una de mis asignaturas pendientes…) de difícil acceso a través de una de las paredes del acantilado.
El problema es que no siempre hay tiempo para todo, y además el principal motivo por el que nosotros habíamos elegido Moraira era para echar un vistazo a los impresionantes chalets y casas de vacaciones que hay en la zona residencial del pueblo. Construidas sobre el acantilado en una empinada cuesta y cuyas vistas desde lo alto son imponentes, dichos chalets no están al alcance de cualquiera y tan solo sirven para ponerle a uno los dientes largos.
Una mirada al sur: Calpe y el Peñón de Ifach
Sin nada más que ver (Moraira es muy pequeño y todo su interés se recorre en un par de horas…) y con mucho tiempo por gastar, decidimos acercarnos a Calpe, el pueblo inmediatamente más cercano, que cuenta con el interés del Peñón de Ifach, una inmensa mole de roca calcárea que se adentra en el mar y le hace sombra a la ciudad, al cual se accede por una manga de terreno edificado para el veraneo.
Con una altitud de 332 metros sobre el nivel del mar, el peñón de Ifach es una enorme roca que desciende abruptamente hacia el mar y está unido a tierra únicamente por la manga que mencionaba antes, la cual es llamada “Istmo“. Como curiosidad, cabe decir que el peñón de Ifach fue utilizado en su momento como punto de referencia para la triangulación de España, debido a sus características físicas.
Se puede subir a la cumbre tras superar una cueva que la atraviesa en la mitad del recorrido; tras la cual, si decides continuar debes ser cauteloso, pues el paso se estrecha y no hay seguridad durante un buen tramo: a tu izquierda estará la pared de roca, y a tu derecha una larga caída hacia el mar. Más adelante el camino se bifurca, pudiendo acceder al mirador o a la cima, desde la cual podrás deleitarte con las fantásticas vistas que ofrece el peñón; pudiendo ver toda la ciudad de Calpe, así como sus Salinas (que se asemejan a un pequeño lago en medio de la ciudad), también Moraira y otros lugares colindantes, así como Benidorm hacia el sur; e incluso, si el día está despejado, podrás ver el cabo de Santa Pola y la isla de Formentera.
Dos de las caras del peñón de Ifach son idóneas para la escalada, por lo que no es raro encontrarse alpinistas ascendiendo hasta la cima a lo largo de su plano lado sur. Eso sí, solo se permite hacerlo antes del atardecer, ya que es peligroso y solo es posible en horas de luz. Además, en cualquier caso siempre encontrarás algún excursionista o grupos de ellos en el camino.
Ruta pintoresca
Huelga decir que en medio del trayecto del peñón de Ifach encontrarás una amplia zona con mesas de picnic para el caso de que lleves la comida contigo (cosa que harás seguro, porque el recorrido completo lleva en torno a 4 horas), y tampoco podía faltar el típico centro de interpretación, que está casi en la base del peñón y en el que podrás conseguir información al respecto de la ruta.
Eso sí, si no estás habituado a este tipo de aventuras, es recomendable subir con tranquilidad y no tener nada que hacer los dos días siguientes, porque es muy probable que te visiten tus amigas las agujetas.
Tras bajar del peñón de Ifach, siempre se agradece tomar algún refrigerio por los bares del paseo marítimo que, para quien nunca ha estado en Benidorm, suponen un buen adelanto de lo que allí se encontrará, pues la practica totalidad de ciudades de esa zona costera, poseen una linea similar, con un amplio paseo plagado de terrazas y pubs que amenizan tanto su vida nocturna como diurna.
En definitiva, si te gusta el senderismo, los paisajes naturales y estás harto de la ciudad, el peñón de Ifach es una buena alternativa para pasar un fin de semana diferente en el levante español, especialmente en verano (pero no te recomiendo subir con el sol de agosto pegando fuerte…;-) ) y así varías un poco de tanta fiesta los sábados por la noche, porque por el día también se pueden hacer cosas ¿sabes…?
En fin, hasta aquí este pequeño artículos sobre el peñón de Ifach para ir metiéndote el gusanillo, y a ver si eres tú el próximo en ascenderlo. Vale la pena, de verdad.