En una campiña inglesa un viejo perro cazador vivía sus últimos días junto a su amo. Aunque había perdido muchas de sus facultades como cazador, seguía acompañando a su amo al lado de la acción.
En una de sus expediciones, perseguían un fiero jabalí. El viejo perro cazador persiguió con toda su energía al animal e incluso alcanzó a cogerlo en una oreja con sus dientes. Sin embargo, el perro tenía unos dientes muy flojos por la edad, con lo que el jabalí terminó soltándose y consiguió huir.
El amo se enfadó muchísimo y cuando alcanzó al viejo perro cazador comenzó a gritarle. Sin embargo, el perro le frenó enseguida y le dijo “en lugar de gritarme, ten en cuenta que soy muy viejo, mejor descansemos recordando nuestras viejas glorias y disfrutemos de lo que nos queda estando juntos”.
Moraleja:
Hay que respetar siempre a las personas mayores y, aunque ya no realizan las proezas de antaño, dedicaron sus mejores años a la familia y seres queridos.