¿Qué sabemos en realidad de las grasas trans? Muchos saben lo que escuchan: que no deberíamos consumirlas, que son dañinas para nuestra salud y que a la larga, la vida nos pasará factura. En fin, rumores de los que nadie tiene certeza a ciencia cierta. Por esto mismo, hay que aventurarnos a una investigación rica y completa, porque no hay nada mejor que prevenir por nosotros y por nuestros seres queridos. Deja de escuchar a las personas y pregúntate a ti mismo: ¿qué son grasas trans?

Las denominadas grasas trans aparecen gracias a ciertas grasas insaturadas, ¿qué quiere decir esto? Estas últimas nacen por la incorporación del hidrogeno a los aceites. Aún cuando los aceites sean enteramente de proveniencia vegetal, este proceso, casi inofensivo y pasado por alto, es capaz de duplicar los niveles de colesterol malo, disminuyendo también el colesterol bueno.

Proceso de hidrogenación

Se desarrolla especialmente para alterar el aspecto de las grasas, obteniendo así una forma idónea de extender la vida de los productos alimenticios incorporados en las grasas, promoviendo también una textura más atractiva. En realidad, todo se basa en convertir nuestros alimentos en productos de mayor duración y con un aspecto que nos haga babear de tan sólo apreciarlo. Sin embargo, acabando de mencionar su condición perjudicial, ¿por qué todavía continúan consumiéndolos?

Pues bueno, por la falta de información y conocimiento. Tras no empaparse de las noticias, los acontecimientos y los hechos verídicos de lo que podrían ser alimentos completamente nocivos larga instancia, caemos en el consumismo excesivo. Lo que nos produciría, a continuación, tras largos períodos de ingesta, posibles enfermedades cardiovasculares que tienden a afectar, por sobre todo, a los niños más pequeños. Todo gracias a la hipercolesterolemia.

Una vez dejado claro esto, hay que tomar las provisiones necesarias y marcar un límite dentro de nuestro consumo diario de grasas trans, especialmente con los niños que ignoran las consecuencias que podría generar una galleta de chocolate, por ejemplo. Las soluciones más factibles son escoger productos alimenticios hechos en base de aceite vegetal mono insaturados, como podría serlo el aceite de oliva, o también los poliinsaturados, como lo son el aceite de cacahuate, de girasol, de soja y de maíz.

Grasas trans: ¿Qué alimentos evitar o reducir en la dieta?

Siempre es bueno estar cien por ciento informado, por lo tanto, tendrás que comenzar a observar las etiquetas impresas de los productos. Lo importante es buscar el tipo de aceite y el tipo de grasas que probablemente incluye el alimento. De esta forma, podrás cerciorarte, con bases sólidas, sobre todos los productos que incluyas en tus comidas. No obstante, no hay que llegar a un supermercado y observar etiqueta tras etiqueta de una manera obsesiva.

No todos los alimentos van a incluir las grasas trans, pero sí podemos darte una lista con los más típicos, para que puedas darte una idea y prevenir cuando llegue el momento: galletas, helados, salsas, pizzas, cereales, margarina, caramelos, empanadillas, pastas.

Sí, al principio parece que las grasas trans están en todas partes, pero hay maneras de reducir el consumo de estas e incluir alimentos ricos en vitaminas. Además, también influyen bastante las marcas, pues no todas incluirán en grandes medidas las grasas trans, también es cuestión de hacer tus propias comparaciones.

Esto no significa que tendrás que eliminar por completo estos alimentos, sólo significa llevar un control, especialmente en los niños que no conocen los límites. En general, todo depende de una buena alimentación, añadiendo a esto la incorporación de vitaminas, tales como la A, K o D, por darte un ejemplo. Todo lo que funcione como un centro de energía para el cuerpo siempre será bienvenido por aquí.