Para conocer muchas de las técnicas de supervivencia debemos remontarnos a tiempos en los que la industria y las organizaciones eran muchísimo más precarias. Emulando el modo de vida de aquellos supervivientes podemos aprender técnicas que nos pueden servir hoy en día.

Ser cazadores y recolectores era la única manera de alimentarse antes de la invención de la agricultura. La pesca, así como otros métodos de captura de animales, era lo que garantizaba su supervivencia.

Se han encontrado evidencias de la pesca desde finales de la edad de piedra, se han hallado anzuelos fabricados con hueso y otros enseres diseñados para conseguir alimento, en un principio, de masas de agua dulce. En esas épocas, la mayoría de la superficie de Europa estaba cubierto por densos bosques, en las orillas de los ríos que los atravesaban se instalaban asentamientos que complementaban su dieta de vegetales y cacería de mamíferos con la pesca. Se han encontrado por parte de arqueólogos, asentamientos donde sus integrantes habían pescado Tencas y Lucios hace 4.500 años. El método de pesca de este asentamiento era la fabricación de jaulas atrapa peces tejidas con pequeñas ramas de sauce y avellano. Otro método utilizado para la pesca era el arco y la flecha, así como arpones, basado en otra herramienta que utilizaban para la caza: la jabalina.

Las redes de pesca también fueron utilizadas por estos hombres, también heredadas de otras técnicas de caza terrestres, usadas para conseguir presas de pequeño tamaño o incluso aves.

Las restricciones en la explotación de ríos

Conforme se fue desarrollando la agricultura, de la mano trajo cambios en el día a día de los habitantes en tiempos remotos, ya que surgió un concepto diferente de propiedad, que terminó por poner limites en los usos que se hacían de los ríos. La utilización del agua para regar los campos o la pesca para proveer grandes cantidades de alimentos originó las leyes de pesca. Se han encontrado documentos que datan de hace 4000 años que revelan, en la antigua Mesopotamia, una renta anual e 15 kilos de plata por la explotación de determinadas zonas del río, las mas abundantes en cuanto a vida animal.

Por otra parte, los embalses artificiales destinados a la provisión de aguas para la pesca, fueron el entorno para el desarrollo de otra técnica para obtener peces, criando en cautividad a las especies más adecuadas, se podía tener una fuente de alimentos con mucha disponibilidad a menor coste.

En esta época también se origino la cría de peces en cautividad en estanques. En un principio no fue con intenciones ornamentales, sino con el fin de mantener los peces vivos hasta su consumo, de esta forma estaban frescos. Este comportamiento obviamente estuvo relegado a personas con alto poder adquisitivo.

Europa se ha visto muy influenciada por la ley romana, que estipulaba que los peces que vivían en ríos y lagos eran de propiedad publica y cualquiera podía pescarlos. Mas adelante en la Edad Media, los señores feudales concedían licencias de explotación para poder tener el derecho a pescar.

En la Edad Media, los peces eran una parte fundamental de la alimentación, había mas abundancia de estos animales que hoy en día, debido a que los ríos estaban más limpios y la población a la cual alimentaban era menos numerosa. Por otra parte, las comunidades que vivían lejos de masas de agua no tenían tanto consumo de pescado debido a la imposibilidad de mantenerlo fresco durante su transporte, consumiéndolo solamente en conserva como la salmuera.

Con la implementación de los molinos en casi todas las poblaciones, era una necesidad tener un embalse donde acumular agua que seria empleada en el movimiento del molino. Esta práctica trajo la costumbre de criar peces como Tencas, Carpas y Lucios. Los peces se capturaban con trampas o redes y gracias a la gran resistencia de los peces de agua dulce a sobrevivir en poca cantidad de agua, eran transportados vivos en recipientes para venderlos en sitios recónditos que pudiesen pagarlo.

La escasez de peces para su pesca

A medida que la población iba creciendo y la pesca incrementando gracias a la demanda creciente y las técnicas de pesca mas depuradas, la cantidad de peces empezó a disminuir. Esto se vio también agravado por el florecimiento de la industria, las fabricas de harina, papel, metalurgia, etc. intoxicaban el agua de los rios a un ritmo alarmante.

La cría de carpas o carpicultura empezó su declive después de su apogeo en el siglo XVII, sobre todo la de instalaciones donde no se segmentaba la población de carpas por edad, sino que convivían juntas, lo que perjudicaba las cifras de productividad. Fue en esta época de crisis en este sector cuando se desarrollo una incipiente técnica de fecundación artificial. Hacia el año 1764 un alemán llamado Jacobi fue el pionero, quien juntaba el esperma y los huevos de las carpas, pero no tuvo mucho éxito. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando dos pescadores, Remy y Gehin publicaran un procedimiento similar en un libro llamado “EL arte de sembrar peces como se siembra el maíz”, este si tuvo repercusión e incluso el gobierno (francés) financió sus experimentos. La cría de peces en piscifactorías fue la solución ante la contaminación química y física de los ríos.