En los mamíferos y en el hombre, la reproducción es uno de los procesos más interesantes que pueden existir en todo lo que se refiere a la vida sobre el planeta. Los óvulos tienen participación en este proceso.
Como parte de su naturaleza, muchos de estos animales y también el hombre, tienen un tipo de reproducción muy parecido que, desde los animales más pequeños hasta los seres humanos, se realiza internamente llamando entonces a este tipo de reproducción: reproducción interna.
En este proceso deben incluirse siempre dos células, una femenina que es la que aporta también la permanencia de la cría o el ser humano en formación y una masculina, llamadas óvulos y espermatozoides.
El espermatozoide hace un viaje desde los testículos y el órgano reproductor masculino hasta el órgano reproductor femenino hasta llegar al útero, donde finalmente se encuentra y se unen las dos células para generar nueva vida.
Qué es el óvulo
El óvulo es una de las células somáticas que produce una mujer y sin ella lamentablemente el proceso de fecundación y desarrollo de vida es casi imposible.
A la par con su homólogo del lado masculino, el espermatozoide.
Estas células son de gran tamaño si se compran con otras, como la de los hombres, pues en realidad doblan en tamaño y son mucho más fáciles de ver por un microscopio, haciendo más fácil aún que los procedimientos médicos de fecundación asistida sean más fáciles y llevados a cabo.
Estas se producen en las trompas de Falopio y son los ovarios los que se encargan de su producción.
El viaje que realizan los espermatozoides hasta fecundarlos es completamente laborioso, a pesar de que las distancias no son para nada largas, son células microscópicas por lo cual es necesario observar a través de uno d estos aparatos el proceso para entenderlo a cabalidad.
Partes del óvulo
Como ocurre con todas la células, esta tiene partes. Lo primero que se encuentra alrededor de la parte importante son las células acompañantes que resguardan al óvulo externamente seguida de una capa llamada Zona Pelúcida.
Más al interior se encuentra el corpúsculo polar y luego el óvulo, por lo cual un espermatozoide no la tiene tan fácil para lograr una fecundación instantánea al primer momento y contacto.
En números
Para determinar cuántos óvulos tiene una mujer se deben hacer estudios especiales, lo que se conoce a veces como un conteo ovular, pues la producción de esta célula puede variar debido a la edad de la mujer.
El proceso de ovulación, que es muy conocido como el desarrollo y es cuando el cuerpo de la mujer ya está “listo” para una etapa de reproducción comienza a los 11 años.
Teniendo al momento de nacer unos 750mil óvulos que poco a poco irán bajando de número hasta llegar a 300 o 400 óvulos que a la larga serán ovulados y fecundados.
En la ovulación no necesariamente debe ocurrir un proceso de fecundación, pues muchos de esos óvulos no serán fecundados, por lo cual son desechados.
A este proceso se le conoce como menstruación, pues la mujer debe, de manera natural y espontánea, eliminar el óvulo que no ha sido fecundado y este proceso se da cada 28 días al mes.
¿Depende de cuantos óvulos tiene una mujer para su fecundación? La respuesta es sí.
Si el conteo arroja menos de los óvulos normales, que en la pubertad son aproximadamente 300.000, se puede decir que la mujer es parcial o totalmente estéril.
Debido a enfermedades también la producción de óvulos puede menguar haciendo que el número sea aún más bajo.
Para finalizar, la producción de los óvulos llega a su fin a la edad de los 50 años aproximadamente, donde comienza otro proceso llamado menopausia y ya la mujer no es apta para seguir con la reproducción, aunque hay casos donde una mujer puede quedar en estado a los 55 o más años.