A comienzos del siglo XX se comenzaron a presentar grandes cambios y revoluciones a nivel mundial, con una marcada fuerza; posteriormente a la convulsa época que representó la Primera Guerra Mundial, desarrollada entre los años 1914 y 1919.
Como consecuencia de todo ello, surge un nuevo movimiento que aboga por la libertad de expresión como estandarte, conocido como vanguardismo; en el cual se presenta una innovación estética y de formas, que influyó en diversos aspectos y expresiones artísticas.
Por su parte, el vanguardismo literario se enfocó en la ruptura de las estructuras prestabecidas en cuanto a la concepción de la letra escrita; dejando de lado los cánones impuestos, para dar paso a nuevas maneras de redactar.
Fuente | Étienne Carjat (1828-1906) [Dominio público] – Arthur Rimbaud en el año 1872 cuando tenía 18 años, considerado como el principal representante del movimiento vanguardista
Esta fluidez artística, que potencia la expresión, por sobre la forma, es fácilmente observable sobre todo en el mundo de la poesía; en donde la métrica que era la norma, queda relegada a un puesto secundario, dando mayor importancia a la tipografía.
Esto devengó en una nueva tendencia estética que marcó las obras escritas durante el periodo que comprende los años 1906 y 1940. En ellas se evidencia la falta de las estructuras y sistemas de rimas que habían sido parte fundamental a la manera de escribir.
El movimiento de vanguardia marcó un antes y un después en todos los aspectos artísticos de la humanidad; creando una nueva manera de ver y expresar los sentimientos, desde el verdadero sentir, más allá de la consecución de normas establecidas.
El vanguardismo literario es el resultado de una de las maneras de escapar de una convulsa realidad opresora, que hostigaba a la población en general, para la época. Este tipo de fenómenos es fácilmente apreciable al estudiar la historia, en donde tras momentos fuertes, surgen nuevas maneras de escapar de la realidad, a través del arte.
Características del vanguardismo literario
El vanguardismo literario, cuenta con ciertas características que han marcado este movimiento, entre las que se encuentran:
- Una tendencia combativa, que se basa en el cuestionamiento de todo lo ya establecido.
- Una rotunda negación a seguir las normas del pasado en cuanto a los cánones de escritura para dar paso a la libre expresión.
- Una apuesta hacía lo novedoso, alejado por completo de lo ya conocido.
- El uso de la metáfora como recurso literario para la creación de las obras.
- Un marcado cuestionamiento de lo que se daba por sentado hasta el momento, incluyendo aspectos de la existencia misma de los seres humanos.
- La lógica es dejada a un lado, este es uno de los recursos de los cuales los autores se valieron en gran medida, para poder ir más allá de lo conocido, con maneras poco usuales de escribir o dejando frases inconclusas, dando la posibilidad al lector del culminarlas.
- La emoción sobre la razón, se encuentra marcada en el vanguardismo literario, dando paso al sentir, sin filtros ni trabas.
- La obra de Sigmund Freud juega un papel fundamental en este movimiento; pues su influencia es fácilmente reconocida en diversos textos.
- La exploración del mundo onírico, a través de la literatura, fue una de las principales fuentes de inspiración.
Principales autores y obras
Algunos de los representantes del vanguardismo, tanto artístico como literario, en sus diversos movimientos son:
Sin lugar a dudas, Carjat Arthur Rimbaud es su principal representante; siendo considerado padre del vanguardismo, en el caso particular del vanguardismo literario, se destacan nombres como Pablo Neruda, poeta chileno que marcó un antes y un después en la manera de escribir poesía.
Dalí, tuvo marcada influencia también, pues a pesar de estar enfocado en el mundo de la pintura y otras expresiones artísticas alejadas de la literatura, propiamente dicha, fue la inspiración para que Lorca diera rienda suelta a su ingenio con su poesía surrealista.
André Breton, Vicente Huidobro y Rosario Castellanos, son figuras destacadas del género. Jean Paul Sartre, con su estética existencialista es uno de los dignos representantes de este movimiento siendo emblemáticas sus obras “El ser y la nada” y “La nausea”.
Albert Camus, con sus obras “El extranjero”, “El rebelde”, “La peste” y “La caída”, con una marcada tendencia de lo absurdo que generó una verdadera revolución en la forma de escribir. La narrativa vanguardista de Marcel Proust, Thomas Mann, James Joyce y Virginia Woolf entre otros, también forman parte de este movimiento.
La poesía y el teatro tienen a André Breton, Tristan Tzara, Guillaume Apollinaire, Rainer Maria Rilke, Thomas Stern Elliot, Bertolt Brecht, Samuel Beckett y Eugéne Ionesco por mencionar algunos de sus exponentes.