Se le llama enlace covalente polar al enlace que se forma entre dos átomos en el que los electrones que conforman al enlace se encuentran distribuidos de forma desigual.
En este tipo de enlaces, la carga que tienen los dipolos eléctricos es menor que la carga unitaria completa, de forma que se ven como cargas parciales que detonan por delta más (δ+) y por delta menos (δ-).
Gracias a que las cargas (positiva y negativa) se separan en el enlace, las moléculas que están en el enlace covalente polar comienzan a interactuar con los dipolos de las moléculas. Esta interacción produce las fuerzas intermoleculares del tipo dipolo-dipolo.
Tipos de enlaces covalentes polares: La polaridad y electronegatividad
El grado en que es polar el enlace (su polaridad) se determina dependiendo de las electronegatividades relativas que estén en los átomos.
La electronegatividad es la capacidad que tiene el átomo de una molécula o de un ion para poder atraer a los electrones. Es decir, hay una correlación entre la polaridad y la electronegatividad de un enlace.
El enlace se hace no polar cuando los átomos que se unen tienen una electronegatividad igual o muy parecida. En caso de que las electronegatividades no sean iguales, entonces el enlace estará polarizado hacia el átomo que sea más electronegativo. Esto es lo que hace que un enlace sea polar.
Por ejemplo, un enlace en el que la electronegatividad de B es superior a la electronegatividad que tiene A, la carga negativa parcial del átomo más electronegativo se indica como: A δ+-B δ-
Entonces, entre más grande sea el valor de la electronegatividad, más grande será la fuerza que tendrá el átomo para poder atraer a los electrones para la unión.
Salvo en algunas excepciones, la electronegatividad aumenta de izquierda a derecha, disminuyendo de arriba abajo en una familia de la tabla periódica.
¿Para qué sirven las electronegatividades? Estas pueden dar mucha información sobre lo que les pasará a los electrones de unión cuando los átomos se unan.
En el caso de los enlaces covalentes polares, estos suelen formarse cuando los átomos que están involucrados tienen una diferencia de electronegatividad que vaya entre el 0,5 y 1,7 Si la diferencia no está entre se rango, entonces se considera un enlace no polar.
Así, el átomo que tiene más capacidad para atraer a los electrones de enlace es más negativo, lo que quiere decir que el otro átomo será positivo al crear un dipolo.
Entre más grande sea la diferencia que hay entre las electronegatividades de los átomos, los que estén involucrados en el enlace serán más positivo y más negativos. Asimismo, los enlaces polares son vistos como la línea que divide los enlaces iónicos puros y los enlaces covalentes puros.
Enlace covalente puro
Los enlaces covalentes puros o enlaces covalentes no polares, comparten las paredes de electrones de forma igualada entre sus átomos.
La unión no polar sólo se lleva a cabo cuando los átomos son idénticos, pero los científicos han considerado que cualquier enlace que tenga una diferencia de electronegatividad inferior al 0,4 puede ser un enlace covalente no polar. Por ejemplo, en el caso del metano (CH4) y el carbono (CO2) vemos que son moléculas no polares.
Enlace iónico
En el caso de los enlaces iónicos, los electrones en este enlace se donan de un átomo a otro. Es decir, estos enlaces se forman entre átomo que tienen una diferencia electronegativa superior a los 1,7.
En estos enlaces no hay una compartición de electrones, de forma que la unión se lleva a cabo por fuerzas electrostáticas.
Ejemplo de un enlace covalente polar
Para ver un ejemplo muy claro de lo que es una molécula polar podemos ver al agua (H2O), por lo que se dice que el agua funciona como un solvente universal, aunque esto no quiere decir que pueda disolverse en todo, sino que estos e dice porque gracias a que es muy abundante es un solvente perfecto para poder disolver sustancias polares.
El oxígeno tiene una electronegatividad de 3,44, mientras que el hidrógeno tiene una de 2,10. Esto explica por qué la molécula tiene una forma doblada, ya que del lado del oxígeno de la molécula nos encontramos con una carga negativa, mientras que los átomos del hidrogeno, que se encuentran al otro lado, tienen una carga positiva.