Las Gárgolas: Conoce tan increíbles seres de la mitología

Se le conoce comúnmente como Gárgola a una serie de seres imaginarios, que eran particularmente representados en piedras, y que destacaban por sus características grotescas y terroríficas. Su nombre proviene del francés gargouille.

Las Gárgolas son el símbolo principal de muchas construcciones que se llevaron a cabo durante la Edad Media. Además que llaman la atención por su particular leyenda y mitología. En países como Francia aún se conserva estructuras que cuentan con la presencia de estas criaturas, cabe destacar que son la máxima representación del arte gótico.

Historia de las Gárgolas

Las Gárgolas tienen en su origen durante la Edad Media y se encuentra muy relacionada con el auge de los bestiarios y los tormentos provenientes del mismo infierno. Algo que también se suele creer era que los artistas de la época estaban muy influenciados con la imaginación y por el surgimiento de los mitos antiguos, que comienzan a creer en las gárgolas.

Las primeras Gárgolas se bautizaron bajo el nombre de “grifos”, evidenciando este tema clásico. No obstante, las gárgolas no poseían ningún tipo de limitantes en cuanto se trataba a su representación, sino que buscaban era plasmar la creación de seres fabulosos que muchas veces tenían características de animales, seres humanos e incluso en ocasiones, era una mezcla de ambos pero representados de una manera mucho más monstruoso de lo normal.

Actualmente aún se pueden encontrar estas conocidas creaciones de las Gárgolas que buscan todavía representar aquellos poderes de la mitología pero plasmados en rocas y con características tenebrosas.

Función de las Gárgolas

Las Gárgolas en la mitología se caracterizaban por cumplir tres funciones muy básicas, te las presentamos a continuación:

  1. Desaguar los tejados (más adelante te lo explicaremos)
  2. Decorar los desagües para darles una estética mucho más atractiva
  3. Buscaba apoyar las creencias antiguas y leyendas para ahuyentar a los demonios y otros espíritus que traían el mal consigo.

Historia de las Gárgolas en la mitología

Las Gárgolas que son seres que pertenecen a la mitología tienen nacimiento debido a una leyenda que comenzó a circular durante el siglo XVII, donde el dragón Gargouille, que solía vivir cerca tendía a destruir toda la región periódicamente.

A Gargouille se le describía principalmente como un ser que poseía un cuello largo y de forma rectilínea, con un hocico bastante delgado acompañado de unas mandíbulas muy fuertes y bien marcadas, cejas y alas membranosas. También era conocido por no tener buenos modales, pues tendía a tragarse los barcos y a destruir todo lo que encontrara a su paso, sin importarle nada. Además, podía ser capaz de escupir demasiada agua, lo que ocasionada inundaciones lamentables.

Durante el año 600 llega el sacerdote cristiano Romanus a tierras de Rouen, el cual se encontraba totalmente dispuesto a lograr un pacto con el dragón solamente con la condición de que sus ciudadanos se bautizaran y que construyeran una iglesia dedicada al culto católico.

Romanus se equipa con los instrumentos necesarios para realizar un exorcismo; campana, libro, vela y hasta una cruz. Por suerte, el sacerdote logra dominar al dragón con nada más ni nada menos que la señal de la cruz, haciendo que se transformara en una bestia bastante fácil de manejar y la cual fue trasladad con la ayuda solo de una cuerda.

Posteriormente, Gargouille fue quemado en la hoguera, menos su boca y el cuello, que estaban acostumbrados a al temible alimento de aquella fiera, por lo que por esta razón se decidieron en colgar en lo más alto del ayuntamiento su cabeza, como un símbolo de recordatorio de todos los malos ratos que en su momento hizo pasar a la población.

Las Gárgolas presentes en la arquitectura

Se le conoce como gárgolas al conjunto de especies que suelen sobresalir del caño de una infraestructura para ayudar a que la acumulación de agua de lluvia presente en los tejados pueda ser más fácil de eliminar.

En la Edad Media, en arquitectura, más que todo en el arte gótico, se suelen usar en iglesias o catedrales para adornar mediante estas figuras grotescas que mayormente buscan representar al hombre, animales, demonios y monstruos. Lo más probable es que se función simbólica fuera proteger los templos o causar algún temor en los pescadores.

Estas creaciones se mantuvieron, aunque durante muy poco en la arquitectura renacentista e incluso también estaban presentes en algunas iglesias barrocas.

Durante las épocas más actuales, el caso que mejor se conoce y que suele tener presencia de estos seres mitológicos es el de Le Corbusier, un conocido arquitecto suizo-francés, que se encargó de la construcción de la Capilla de Notre Dame du Haunt, ubicada Ronchamp (Francia).

La palabra “Gárgola” suele usarse para hacer referencia a una serie de criaturas que suelen decorar los edificios y que, como suelen hacer una representación similar a las figuras de las gárgolas, se les suele conocer con esta misma denominación. No obstante, hay que aclarar que dichas representaciones que se encuentran en los edificios no son gárgolas para los desagües, sino que cumplen una función mucho más decorativa, y que se les suele conocer como quimeras.

¿Por qué colocaban gárgolas en la arquitectura?

En cuanto a esta interrogante, se existen dos versiones del porqué las gárgolas eran colocadas en iglesias del arte gótico. La primera versión, es sobre la fantasía, que hace referencia a los demonios que en su momento fueron convertidos en piedras cuando intentaban huir de la iglesia. La última versión, nace como un elemento principal que buscaba proteger a la iglesia y a los pecadores,  donde su aspecto tenebroso jugaba un papel de ahuyentar a aquellos espíritus que atraían al mal.

Es extraño cuando se suele encontrar escultura de gárgola sola, pues normalmente tienden a estar acompañadas y ubicadas en los lugares más altos de la iglesia o catedrales, haciendo una representación de una “sociedad” esculpida en piedras. Las gárgolas durante los primeros intentos del arte gótico fueron poco elaboradas, no obstante, con el pasar del tiempo comenzaron a hacerse cada vez mucho más tenebrosas.