Los barorreceptores son un conjunto o grupo de terminaciones nerviosas que tienen la capacidad para poder percibir o notar la distención que tenga una relación con los cambios que se presenten en la presión arterial. Es decir, funcionan como unos receptores de presión. Hay bastantes en el cayo aórtico y en el seno carotideo.

Es decir, el trabajo de los barorreceptores consiste en darle información importante a nuestro cerebro, especialmente información que esté relacionada con la presión arterial y con el volumen sanguíneo. En las ocasiones en las que el volumen de la sangre incrementa, los vasos se extienden y se dispara la actividad de los barorreceptores para que estos realicen su trabajo. Una vez esto ocurre en nuestro cuerpo, el proceso inverso tiene lugar cuando disminuyen los niveles sanguíneos.

Cuando aumenta la presión ocurre la distensión de los vasos, provocando un aumento en la actividad del nervio vago. Este proceso hace que la inhibición de la salida simpáctica del bulbo rostral ventromedial (RVLM), algo que termina con una disminución en la presión arterial y en la frecuencia cardiaca.

Por otro lado, el descenso de la presión arterial termina produciendo la disminución en las señales que van de salida en los barorreceptores, lo que produce la desinhibición de los puntos de control central simpático y a una bajada notable en la actividad parasimpática. Esto termina ocasionando que aumente la presión arterial en el cuerpo.

 

¿Qué son los barorreceptores?

En pocas palabras, podemos describir a los barorreceptores como mecanorreceptores, que son receptores sensoriales que sirven para que el organismo pueda detectar los niveles de presión mecánica, aquella que está relacionada con el sentido del tacto, y se encuentran localizados en la circulación sanguínea, en diferentes puntos.

Los barorreceptores, dentro del sistema de circulación mencionado, se pueden encontrar en las paredes auriculares y en las paredes arteriales, así como en las terminaciones nerviosas que forman parte del tipo arborescente.

De entre todos los barorreceptores, desde un punto de vista fisiológico, el más importante es el barorreceptores carotídeo. Esto se debe a que dicho receptor lleva a cabo la función de corregir o arreglar los cambios súbitos en la presión arterial.

 

¿Cuál es la función de los barorreceptores?

Ya establecimos que los barorreceptores son mecanorreceptores, los cuales hacen el trabajo de mantener la presión sanguínea sistémica en niveles adecuados, sobre todo cuando se llevan a cabo cambios en la posición del cuerpo de la persona.

Se ha comprobado que los barorreceptores son bastante efectivos al momento de prevenir cambios súbitos en la presión en intervalos de tiempo que pueden ir desde una hora hasta dos días, aunque ese intervalo de tiempo no indica el tiempo que los barorreceptores tardan en actuar.

 

Distintas clasificaciones de barorreceptores

La primera forma en la que se pueden clasificar a los barorreceptores: barorreceptores arteriales (alta presión) y barorreceptores auriculares (baja presión).

Barorreceptores de alta y baja presión

Los arteriales o de alta presión se pueden encontrar en los senos carotideos (arterias carótidas internas), en el riñón (aparato yuxtaglomerular) y en el arco aórtico (aorta) en cantidades realmente abundantes. Estos tienen un rol muy importante para detectar la presión aterial (presión ejercida por la sangre contra las paredes arteriales), lo que es de gran ayuda para mantener una buena circulación sanguínea.

Por otra parte, los auriculares o de baja presión se pueden encontrar en las paredes aurículas, teniendo una relación directa con el volumen auricular.

Tipo I (alta presión) y Tipo II (baja presión)

Los científicos prefieren referirse a estos como “Tipo I” y “Tipo II”, clasificándolos dependiendo de su grado de mielinización y de sus propiedades de descarga.

Dentro del Tipo I podemos encontrarnos con neuronas de grandes fibras aferentes mielinizadas. Este tipo tiene un umbral de activación muy bajo, además de que se activan más rápidamente después de recibir una estimulación.

En el caso del Tipo II, este está conformado por neuronas con fibras aferantes (no mielinizadas) o muy poco mielinizadas. Este tipo de barorreceptores tiene un umbral de activación más alto, además de que se descargan a frecuencias más pequeñas.

Hasta ahora, los expertos creen que los dos disitntos tipos de barorreceptores pueden tener un rol diferencial en cuanto a la regulación de la presión arterial. Se señala que los del Tipo II tienen menos reajustes que los del Tipo I, lo que se traduce como el hecho de que estos pueden ser más importantes a largo plazo para mantener una buena presión arterial.