El mundo, los seres que habitamos en él y el entorno, es tan diverso y variado que no sorprende encontrar siempre nuevos conceptos en el camino del aprendizaje. Lo más importante para cada una de las personas que busca obtener nuevos conocimientos es dejar los prejuicios y juicios a un lado. Abrir la mente y atreverse, pero sobre todo, comprometerse a indagar e investigar hasta el cansancio. Hoy, nuestro tema serán los organismos heterótrofos. ¿Escuchaste de ellos?
Características de los organismos heterótrofos
Estos son los que obtienen su carbono y nitrógeno de la materia orgánica. Es decir de glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos, de otros organismos. Y también en la mayoría de los casos obtiene su energía de esta manera.
Los heterótrofos sintetizan sus propias sustancias a partir de elementos inorgánicos. Tales como luz, minerales del suelo, dióxido de carbono (CO2), agua (H2O). De ahí que no dependan de otros organismos para su nutrición.
La palabra heterótrofo nace del griego hetero, que significa otro, desigual, diferente y de trofo, que quiere decir que se alimenta. Como contraste o antagónico cuentan con los organismos autótrofos. A este grupo –heterótrofos- pertenecen todos los integrantes del reino animal, los hongos, gran parte de las bacterias y de las arqueas.
La diferencia de cada uno radica principalmente en la fuente de energía que utilizan. Más específicamente quiere decir que pueden emplear la luz del Sol como las plantas verdes u otros organismos que posean clorofila. Por lo que son llamados fotosintetizadores o fototróficos. O la oxidación de sustancias inorgánicas que sucede en bacterias sulfurosas, férricas, nitrificantes. Estos últimos reciben el nombre de quimiosintetizadores o quimiotróficos.
Los heterótrofos
Para los organismos heterótrofos las sustancias nutritivas son materias orgánicas ricas en energía, es decir, ricas en carbohidratos, lípidos y proteínas. De esta manera los seres heterótrofos son incapaces de tomar energía libre para transformar materia inorgánica en orgánica. Estos organismos, por tanto, expensan de la materia orgánica (viva, muerta o en descomposición) sintetizada por los autótrofos, o a expensas de otros seres heterótrofos. Un ejemplo de organismo heterótrofo son los protozoarios que carecen de pared celular, estos pertenecen a los eucariontes.
Los organismos autótrofos
Pero, si por el contrario, el organismo está en condiciones de generar su alimento mediante una sustancia inorgánica, se le puede denominar un organismo autótrofo. Un ejemplo muy claro de un organismo autótrofo son las plantas. Estas producen la energía que necesitan al estar en contacto con la luz. Y combinando ésta con el dióxido de carbono del aire y los minerales del suelo son capaces de producir su propia energía.
Muchos organismos heterótrofos como una vaca, por ejemplo, se alimentan de organismos autótrofos, es decir la alfalfa. No obstante, muchas veces puede ocurrir que un organismo heterótrofo. Como un león en este caso, se alimente de otro organismo de iguales características, por ejemplo una cebra.
Los peces y anguilas y rayas son depredadores del reino animal submarino, organizados en diversas posibles cadenas tróficas. Es decir, siempre existirá la presencia de un pez más grande. Lo cierto es que deben consumir a otros seres vivos más pequeños para asimilar el contenido molecular y calórico de sus cuerpos. Y por lo general los digieren enteros. Pero de esta manera mantienen andando el propio.
Las plantas carnívoras, apodadas así porque disponen de órganos específicamente adaptados a la digestión de pequeños insectos que, atraídos por el dulzor de sus aromas o muchas veces porque huelen a carne en descomposición. Luego son apresados y lentamente digeridos para proporcionar a la planta de material orgánico suplementario. Todo tipo de aves que se alimentan de insectos y lombrices. Son ejemplos perfectos de organismos heterótrofos que se alimentan y viven de otros seres.