Los insectos constituyen uno de los grupos animales con mayor variedad de individuos y de especies en todo el reino animal, entre ellos los escarabajos. Además de ser uno de los más antiguos sobre la faz de la Tierra.

A causa de la gran diversidad que los insectos han alcanzado, han sido capaces de adoptar las más variadas dietas en su ajuste a los más variados ecosistemas. En particular, la alimentación de los escarabajos es un vivo ejemplo de tal exuberancia.

¿Qué es un escarabajo?

Los escarabajos son animales artrópodos hexápodos pertenecientes al orden de los coleópteros. Estos se caracterizan por poseer un primer par de alas transformadas en una coraza rígida. Estas son denominadas élitros, que cubren al segundo par de alas, que en algunas especies pueden estar atrofiadas, y el abdomen, además de piezas bucales masticadoras.

Son ampliamente conocidos por el ser humano al estar dispersos en prácticamente todos los ecosistemas terrestres, incluyendo los polos y los cuerpos de agua dulce, aunque tienen una presencia mínima en hábitats marinos. El nombre vulgar escarabajo con que comúnmente se designa a estos animales suele ser empleado como sinónimo de coleóptero.

Si bien varias especies tienen nombres comunes propios como mariquitas, gorgojos, luciérnagas, sanjuaneros, entre otros. Constituyen el orden de animales más diverso y numeroso con 375.000 especies descritas, siendo 66 veces más especies que los mamíferos, y solo son seguidos por los lepidópteros (mariposas y polillas), por los himenópteros (abejas, avispas y hormigas) y por los dípteros (moscas y mosquitos).

Muchos individuos y un gran menú

La gran diversidad que los coleópteros han alcanzado, evidenciado en la amplia variedad de especies que se iguala a la cantidad de especies de plantas vascularizadas y de hongos. Esto ha dado pie a la adopción de muy diversos regímenes alimenticios que varían mucho de una especie a otra con distintas estrategias de caza o alimentación. La dieta de los coleópteros puede variar tanto que podemos encontrar especies como el Oxythyrea funesta que se alimentan de flores o los Mycetophagidae, que comen hongos hasta aquellos que devoran a otros animales (como los Adephaga). Incluso excremento (como los Geotrupidae) y materia animal en descomposición (como los Silphidae), por supuesto que la dieta varía de especie en especie y abarca un amplio menú.

Este empieza por los vegetales de todo tipo hasta los desechos animales, cadáveres y hasta otros insectos. Esta diversidad alimenticia es, claro está, consecuencia de la diversificación de estos animales y su adaptación al medio, estas han sido posibles por ser organismos que han habitado la Tierra quizá incluso desde antes que los dinosaurios.

Justamente por su amplia variación es que los biólogos y especialistas los clasifican en gran variedad de grupos, siempre de acuerdo al régimen de alimentación que estos animales manejen.

Los diferentes tipos

Entonces tenemos a los antófagos, que son aquellos que comen flores como el Oxythyrea funesta, luego a los carpófagos o frugívoros, que comen frutos como Cetonia o Potosia. Los coprófagos, que se comen las deyecciones o excrementos, como muchos de los Geotrupidae, Scarabaeinae y Aphodiinae.

Hay también especies depredadoras que cazan y devoran a otros animales como insectos, babosas, lombrices y caracoles, entre estos se cuenta a la mayoría de especies de Adephaga, Coccinellidae, Histeridae, Staphylinidae, entre otros. Asimismo están los espermófagos, que comen semillas como Bruchidae y los filófagos, que comen hojas como los Chrysomelidae, los cuales llegan a ser una amenaza para los cultivos.

Siguen los micófagos o fungívoros comedores de hongos como los Mycetophagidae y los Ciidae, los necrófagos, que comen cadáveres como los Silphidae, los polinífagos, que comen polen, tal como muchos Oedemeridae y Cerambycidae.

Los rizófagos o comedores de raíces, y los saprófagos y xilófagos que comen material vegetal en descomposición, como Staphylinidae y madera, como Anobiidae, Cerambycidae o Scolytidae, respectivamente.