La moral y la ética han formado parte de la sociedad en un intento por regular las conductas humanas. A lo largo de la historia, el ser humano ha buscado normar y regular las conductas de sus coetáneos en un esfuerzo por establecer un orden y la convivencia entre los individuos en las sociedades humanas. Esta función ha sido ejercida por la religión, que ha tratado de imponer a los humanos normas de comportamiento emanadas de la divinidad.
Así como por la política mediante la organización de las estructuras sociales, en medio de estos esfuerzos dos conceptos resaltan, moral y ética. Para comprender los principios que regulan la conducta en sociedades e individuos, debemos conocer la diferencia entre lo que es la moral y lo que es la ética.
La moral, norma de conducta
La historia de ambos conceptos nos puede remontar hasta a Antigüedad, en particular hasta la Antigua Grecia, aunque no se limita con esta cultura ya en muchos otros lugares del mundo los seres humanos aplicaban normas y regulaciones a la conducta de los individuos, llevando a cabo distinciones entre lo que es bueno y lo que es malo, lo que es debido y lo que no es debido.
Todas estas regulaciones resultaban sumamente importantes para la configuración de un orden social basado en la convivencia. Sin este el progreso y sobrevivencia de las civilizaciones no podía ser posible y en los que la religión desempeñaba un papel fundamental. La distinción entre moral y ética puede desprenderse precisamente de lo anterior.
Cuando aquellas antiguas culturas imponían a sus habitantes ciertas reglas de conducta que debían dirigir sus actos en función de lo que es bueno o no. Estableciéndose un código de conducta que instruye y ordena la vida social de los individuos, estamos hablando de la moral, esta es, pues, ese conjunto de normas que regulan las acciones de individuos y grupos en una sociedad. Estas deben ser acatadas a fin de que estos individuos puedan ser aceptados dentro de esa comunidad y la convivencia pueda ser preservada.
La ética, fruto del espíritu humano
Muchos filósofos, tanto antiguos como contemporáneos, han reflexionado acerca de la utilidad o de los orígenes y validez de estos principios de comportamiento. Aplicando tales reflexiones a distintos contextos dependiendo del foco de interés. Aunque estén todos íntimamente relacionados, entonces, hay quienes lo han enfocado desde una perspectiva más sociopolítica.
Dado que la conformación de un Estado con legislaciones y reglamentos impone orden a la vida de los individuos y permite la convivencia, evitando así que nos dañemos entre nosotros sin ningún tipo de control o límite. Mientras otros lo analizan desde una perspectiva deontológica, al ocuparse de los comportamientos que un especialista en una determinada disciplina debe manifestar y promover en su grupo. Esto es la ética, la filosofía desde la Antigua Grecia se ha ocupado del análisis racional.
Este permite comprender la justificación, la validez o los orígenes de determinadas normas de comportamiento que han regulado la vida cívica, social e individual de cada quien. La ética es ese esfuerzo intelectual por analizar y comprender de modo racional aquellas normas de conducta que rigen y dirigen la vida de las personas, mientras que la moral son aquellas normas de conducta, que pueden preservarse o modificarse a medida que el tiempo pasa.
La relación entre moral y ética es una muy compleja, fruto de la reflexión y esfuerzo intelectual se pueden desprender aquellos principios fundamentales que justifiquen o descalifiquen los principios morales, mismos que rigen el comportamiento de las personas en un determinado momento histórico.