Fue conocido por ser un faraón egipcio que pertenece a la dinastía XVIII y cuyo reinado tuvo lugar en el año 1336 a 1327 a.C. Se conoce que dicha dinastía tiene fin con Horemheb, sin embargo, se ha logrado confirmar que Tuntakamón fue el último faraón de sangre pura en la línea. Llega al poder y durante su reinado devuelve a los sacerdotes de Amón el poder que se les fue arrebatado en la revolución de Akenatón.
Durante su corto reinado muchos llegaron a creer que el mismo estaba bajo el mando de Ay –quién se encargó de la administración de Egipto– y Horemheb –quién fue el encargado del manejo de las fuerzas del ejército–. No obstante, numerosos han sido los arqueólogos que se han encargado de demostrar que Tutankamón fue un hombre independiente durante su mandato.
Su reinado se destacó por devolver la tranquilidad en los ámbitos socio–religiosos después que se vieran influenciados por los pensamientos monoteístas durante el gobierno de Akenatón. Al mismo tiempo también se destacó por reconstruir los templos que fueron abandonados y que pertenecían a dioses como Amón, Osiris o Ptah. Por otro lado, también destacó por encargarse de la restauración y armonización del reinado de Amarna.
El reinado de Tutankamón.
Han sido pocos los datos que se han llegado a conocer de su reinado. Fue coronado a muy temprana edad, entre ocho a diez años. James Allen, explica que durante el año 14 o 15, los cuales coinciden con el reinado de Akenatón, fue él quien elevó a Nefernafreutón, quién según se explica en los jeroglíficos egipcios era una mujer. Al momento muchos llegaron a creer que se hacía referencia a Nefertiti, pero hallazgos encontrados demuestran que la misma falleció mucho antes de la llegada de Akenatón al poder.
De Akenatón no se sabe nada durante los años 17 a 18, por lo que se supone que pereció durante esta época, dándole el paso a Nefernafreutón a llegar al reinado junto con su consorte, el cual fallece muchos antes de llegar al año, dando paso a Tutankamón –este mismo se ve en la obligación de cambiar su nombre, antes era conocido como Tutankatón– El mismo llega a contraer matrimonio con Anjesenamón, lo que comprueba que Nefernafruatón muere junto a su esposo.
Después de su matrimonio con la única hija viva para aquel momento de Ajenatón y Nefertiti, puede acceder al poder. Al igual que él en su momento tuvo que cambiarse el nombre. Una vez logra acceder al trono, logra cambiar la restauración de los cultos, donde se propone hacer olvidar las experiencias que se vivieron durante el gobierno de Ajenatón. La fecha exacta cuando ocurre este acontecimiento no se conoce, pero se puede llegar a determinar que aún era muy joven y al momento de la decisión se vio influenciado por otros.
Por otro lado, también hay quienes logran afirmar que el abandono que vivió la capital de Akenatón para aquel entonces conocida como Amarna, se da después de haber sido coronado Tutankamón. Dicho abandono no ocurrió de la noche a la mañana, sino que poco a poco los habitantes se fueron trasladando a dependencias estatales. Y no es hasta la época de Horemheb, que la cuidad queda totalmente vacía, dando paso a los reyes de la Dinastía XIX para dar un golpe final.
Sin duda, el papel de Tutankamón fue más importante de lo que parece, ya que fue él quien se encargó de la reconstrucción de los templos egipcios que fueron perpetrados por Ajenatón. Y es por ello que a muchos no les sorprende que su rostro se encuentre en la mayoría de las estatuas de Amón –dicho hecho aún no ha logrado tener una explicación, ya que para la época el faraón tenía un enfoque divino y era descendencia de Dios–.
La restauración religiosa que se da durante su reinado.
En el cuarto año de su reinado se encargó de trasladar la corte de Tebas para restablecer el culto de Amón y los restos del panteón donde dio a conocer sus verdaderas acciones. Las mismas fueran grabadas en el templo ubicado para aquel entonces en Karnak, y el cual actualmente lo podemos encontrar en el Cairo. Dicho texto seria robado por Horemheb, para colocar su nombre y proclamar como sucesor.
Sin duda, dicha restauración religiosa tenia bases políticas. Y no sólo consistía en volver a dar pie a la creencia del politeísmo, sino que también al poder de los sacerdotes.
Obras de Tutankamón.
El faraón no tuvo mucho tiempo para poder construir obras propias que se pudieran conservar, básicamente se encargó de la reconstrucción de templos que fueron abandonados; templos en Amón que fueron construidos en Tebas y algunas pinturas. En cuanto a nivel artístico, es el ámbito donde se logra reconocer los grandes cambios a niveles políticos y los efectos que tuvieron durante la época.
Muerte de Tutankamón.
Muere en 1327 a.C, cuando apenas tenía 19 años, su reinado duró nueve años y nunca puede llegar a consolidar su poder. Su muerte deja una inestabilidad en Egipto, ya era el último descendiente de la dinastía XVIII. Se ha llegado a conocer que Tutankamón fallece alejado de los centros de momificación haciendo que la descomposición del cadáver fuese mucho más rápida, complicando el proceso de momificación.
En su reinado llegó una epidemia de malaria que causó mayores índices de mortalidad. Dentro de la tumba del faraón se encontraron pastillas para la fiebre y se cree que fue la enfermedad que le causó la muerte. Un estudio que se pudo realizar durante el año 2010, debido a la extracción de ADN, dio a conocer que Tutankamón fue víctima de una malaria y la cual le provocó la muerte.
No obstante, durante el 2013 surge una nueva teoría donde llegaron a plantear que su cuerpo se quemó durante el proceso de momificación, otro estudio realizado con escáner llega a comprobar que capaz murió víctima de un accidente de coche, durante un combate. La temprana muerte de Tutankamón, llevó a que los decesos fúnebres no fueran los correctos, ya que nunca que preparó una tumba para él, es más se cree que en donde fue enterrado era de Ay –tesorero real–.