En el presente artículo, te hablaremos sobre todo de la violencia verbal y sus implicaciones y efectos en los niños pequeños. Si estás interesado en aprender un poco más sobre este tema, te invitamos a que continúes leyendo el siguiente apartado. Es clave destacar que las palabras cuentan con la capacidad de herir duramente a las personas de todas las edades y en muchas ocasiones, causan marcas más profundas que los propios golpes.

El simple hecho de decir las cosas de una manera fuerte, ruda, y violenta, pueden lograr un daño de mucha importancia en las demás personas, de acuerdo a su edad (sobre todo si se trata de niños), a su personalidad, a su cultura, estrato social, y demás elementos. Es por eso, que en este artículo, llegaremos a la conclusión, junto a ti que estás leyendo esto, que la violencia verbal no es un juego, y debe ser tomada en cuenta sobre la mesa.

Las palabras realmente hieren

Aquello que sale de la boca, es capaz de hacer daño, especialmente si vienen de personas cercanas, como padres, madres, abuelos, tíos, e incluso profesores. Tanto los gritos como las explosiones pueden corregirse con terapia, para poder controlar la ira. Sin embargo, cuando estos actos son presenciados por niños, puede conllevar a un daño a nivel de autoestima, y marcar su futuro de una terrible manera.

En repetidas ocasiones, las personas no se dan cuenta de aquello que dice, de cómo lo dicen, ni hacia quien está dirigida la información. Para muchos padres, es muy fácil llegar a sus límites cuando se trata de sus hijos, lo cual puede llevarlos a ser partícipes de la violencia verbal. No les cuesta nada demostrar su puesto y su poder en el hogar a través de gritos, y de toca clase de insultos que pueden escaparse de sus lenguas. Esto suele ocurrir cuando los hijos cometen errores, o simplemente cuando los padres se cansan de los mismos.

Muchas veces, los padres y las personas en general ejercen un maltrato verbal hacia sus conocidos sin importar el contexto en el que se encuentren. Por ejemplo, una madre puede maltratar a su hijo mientras se encuentra en casa, en el colegio, o incluso en el parque.

Y esto también ocurre con todos los adultos, pues hay personas que cometen actos de violencia verbal hacia sus compañeros de trabajo, pareja, familia, y demás. Sin duda, eso no debería ocurrir bajo ningún concepto. Aun así, siguen existiendo casos de maltrato verbal.

Debemos destacar que la violencia verbal

Uno de los problemas más grandes de este tipo de violencia y maltrato, es que las personas que empiezan a dejarse llevar por su ira y no controlan sus sentimientos, cuando por primera vez ejercen violencia verbal sobre alguien más, terminan tomando esto como costumbre y como un método para zafarse de sus problemas. Lo que muchas veces no tienen en cuenta, es que estos actos solo dañan a quienes los rodean, e inclusive, a la propia persona que los cometió. Además, los gritos e insultos hacia otros no resuelven nada nunca.

La violencia verbal también suele ser usada por los padres como un método de educación para sus pequeños, sin tener en cuenta las consecuencias dañinas que pueden generar en sus hijos. Este maltrato es capaz de dejar sin capacidad de reacción y sin habilidades sociales a los niños.

Los insultos únicamente crean una imagen negativa del niño sobre sí mismo, que puede marcarlo de por vida. Esto implica que el pequeño tenga muchas dificultades para relacionarse con los demás, e incluso llegar a afectar su rendimiento académico. Además, puede crear una vulnerabilidad en el pequeño frente a otra clase de violencia.